Cómo utilizar consoladores
Cuando crecemos y nuestras hormonas comienzan a apoderarse de nosotros hay muchas preguntas en el aire. Una de ellas es cómo utilizar consoladores y, aunque nos avergüence, es algo que nos llama la atención. Es complicado si somos jóvenes preguntar en clase cómo utilizar consoladores sobretodo porque no sabemos a quién.
Pero si crecemos, tampoco es mucho más fácil, porque somos más vergonzosos y el qué dirán nos limita. Tenemos muchas más preguntas que cuando éramos jóvenes y no sabemos cómo solucionarlas. Aún así, existen maneras y personas dispuestas a no juzgarnos y resolver todos los problemas que tengamos.
Los consoladores hace mucho tiempo que dejaron de ser un tema tabú en la sociedad. Están mejor aceptados de lo que nos podemos imaginar pero, es verdad, que todavía da vergüenza hablar de ellos. Aunque, también es verdad, que muchas personas que reniegan de ellos, los utilizan en su vida privada.
¿Qué es un consolador? – Cómo utilizar consoladores
Un consolador es un juguete sexual que suele ser en forma de pene y diseñado para la penetración vaginal o anal. Sin embargo, algunos no parecen exactamente un pene y a veces crean confusión. Los consoladores vienen en distintos colores, formas, texturas y estilos. Algunas personas prefieren los consoladores que se asemejan 100% a un pene real. Mientras que otros prefieren algo diferente, como un consolador violeta o uno que se ilumina.
Los consoladores pueden tener una variedad de material: plástico, caucho, látex o silicona. Pueden ser utilizados por personas de todos los sexos y orientaciones sexuales. Para la masturbación propia o para otras actividades sexuales, utilizarlos solos o con otra persona.
El mundo de los consoladores y de todo lo que rodea al sexo, está en pleno cambio y siempre es importante aprender y estar al tanto de todas las novedades. Es por ello que es importante leer y aprender todo lo que podamos. Leer artículos como, por ejemplo, Los jueguetes sexuales más populares, nos puede ayudar a educarnos y mejorar en nuestras relaciones.
Instrucciones para utilizar consoladores
- Elegir sabiamente: debido a que los consoladores sólo hacen lo que tú les haces hacer, obtener uno demasiado grande, no importa la emoción que te haga sentir porque no va a funcionar. Elige una forma e incluso un color que te motive a utilizar tu consolador porque, del contrario, va a resultar difícil que entres en la dinámica necesaria del juguete. Si no estás segura del tamaño que deseas, piensa en otras cosas que hayas podido utilizar para la penetración, por ejemplo el pene o los dedos de la última persona con la que hayas tenido una relación sexual. Si eres virgen y quieres utilizar uno, se recomienda que empieces por tus propios dedos o con uno muy pequeño.
- Lubricante requerido: siempre es necesario utilizar un lubricante personal con cualquier juguete sexual que decidamos utilizar. Los lubricantes a base de agua son buenos para casi todo el mundo y, si estás utilizando un consolador de silicona, es mejor no utilizar un lubricante con base de silicona. Ponga el lubricante en el juguete y tanto en el exterior como en el interior de la zona donde vaya a introducir el juguete. Si lo vas a utilizar para la penetración anal, seguramente tendrás que reponer el lubricante en algún momento.
- Condones recomendados: siempre hay que utilizar condones en un consolador para evitar reacciones alérgicas al material del que está hecho. También nos ayudará a limpiarlos de una manera más fácil. Los condones también son necesarios si planeas utilizarlo tanto para uso anal y vaginal o compartirlo con otra persona. También debemos tener en cuenta las infecciones de transmisión sexual, que también se transmiten por los consoladores.
- Inspecciona tu consolador: antes de usar tu consolador por primera vez, sácalo de su paquete, lávalo y revísalo. Busca las lágrimas o bordes afilados que puedan hacerte daño. Si se supone que no es un consolador poroso, busca cualquier agujero o fragmento que falte al cuerpo de tu consolador. Si tiene algún defecto, antes de utilizarlo, devuélvelo.
- Prueba primero contigo: incluso si lo compras con la intención de utilizarlo con tu pareja, pruébalo primero contigo. Así serás más consciente de cómo te sientes con cada nivel del consolador y podrás concentrarte en los lugares que más te gusta y en los que no, así podrás guiar a tu compañero o compañera.
- Antes del consolador, despiértate tú: antes de utilizar el consolador, debes preparar tu cuerpo para la «acción», es decir, debes utilizar tus manos o lo que necesites para despertar tus zonas erógenas y despertar a tu cuerpo para que se sienta cómodo y pueda disfrutar de lo que vas a hacer. Si estás incómodo o distraído puede dificultar la penetración, por lo que estar relajado y excitado puede hacer tu primera vez con un consolador más suave, por decirlo de alguna manera más sútil.
Consejos para utilizar consoladores
Teniendo en cuenta que los consoladores se pueden utilizando tanto como herramienta de placer como para mejorar las relaciones sexuales con nuestra compañía. Es por ello por lo que existen consejos tanto para el uso en solitario como para la experiencia compartida:
- Establece el estado de ánimo: asegúrate de tener privacidad y tiempo para ello. Encuentra un espacio en el que sientas comodidad y libre de personas, tecnología o cosas que puedan interrumpirte. Disfruta de las pequeñas cosas que influyen en tu estado de ánimo: música, las luces, pornografía, chocolate, etc. Todo lo que necesites para que sea un momento sexy y seguro en el que puedas disfrutar.
- Comienza manualmente: estimula tus zonas erógenas con tus dedos. No sólo facilitará el momento en el que el consolador sea parte de la situación, sino también para que estemos metidos en nuestras fantasías y el cuerpo vaya preparándose para cuando pongamos el consolador en el nivel máximo que queramos. Familiarízate con tu anatomía personal, en el caso de las mujeres, señala tu clítoris, explora tu vagina, etc. Lo importa es que descubras qué te hace sentir bien.
- Haz pruebas de ejecución con tu consolador: nos referimos a ir poco a poco y probar con los distintos niveles de vibración de nuestro consolador con diferentes partes de nuestro cuerpo antes de que entre en contacto directo con nuestras zonas más sensibles. Esto puede ser con nuestras manos, nuestras pechos, nuestra boca, etc. Esto nos permitirá saber qué sentimientos despierta y cómo nos inspira cada nivel.
- Establecer contacto preliminar: cuando estemos en el nivel más bajo, dirige tu consolador hacia una de tus zonas érogenas o anatómicamente más sensibles: el interior de los muslos, labios vaginales, etc. Siéntete cómodo o cómoda con este sentimiento antes de seguir avanzando y explorando diferentes áreas. Tómate todo el tiempo necesario.
- Orgasmo en la zona del clítoris: es posible que sienta comodidad en esta zona del cuerpo y continúe explorando el resto de zonas del cuerpo o decida quedarse aquí. Experimente cambiando las velocidades del consolador, realizando diferentes movimientos con distintas presiones en su clítoris y permite la excitación. Recuerda relajarte, respirar y disfrutar de las sensaciones y el poder de tu cuerpo.
- Introduce el consolador en el interior: si no quieres quedarte sólo en el clítoris, puedes introducir el consolador dentro de la vagina y simular una relación sexual (pero con vibración). Vuelve al nivel más bajo e inserta sólo la punta en tu vagina lentamente, y experimenta el movimiento hacia adentro y hacia afuera. Tómate el tiempo que necesites para estimular tus zonas erógenas, desarrollar la excitación y probar qué nivel es mejor para ti. Vete aumentando hasta que llegues al clímax.
- Cuando introducimos el consolador como un juguete en la relación sexual con nuestra pareja debemos darle rienda suela a la imaginación y utilizarlo como un elemento más en ella: introducirlo en la vagina mientras nuestra compañía proporciona estimulación manual u oral a nuestro clítoris, por ejemplo.