Cómo se si mi relación va mal
Las relaciones de pareja son algo muy delicado. Es importante regarlas cada día para que se mantengan en perfecto estado. Sin embargo, cuando van pasando los años y los disgustos se acumulan, es probable que la relación de pareja se resienta. En esos casos a veces una de las dos partes no es consciente de que la relación va mal. Y lo que suele suceder es que esto acaba en ruptura.
Si amas a tu pareja y quieres saber si tu relación va mal para poder enmendar la situación desde doncomos queremos ayudarte. Sabemos que todas las parejas pasan por baches, pero también somos conscientes de que estos pueden solucionarse. Vamos a explicarte algunos de los principales indicadores que demuestran que una relación puede estar estropeándose.
Pero no tengas miedo si ves tu relación reflejado en alguno de estos aspectos. Lo importante es darse cuenta de que algo no funciona. Si no somos conscientes de ello es imposible poder arreglarlo.
¿Qué indicadores pueden demostrar que mi relación va mal?
En principio existen una serie de indicadores claros que pueden estar hablándonos del deterioro de una pareja. Es importante, si esto sucede, no perder la esperanza si todavía quieres mantener esa relación. Piensa que si ambos lleváis tanto tiempo dedicado el uno al otro, está claro que os seguís queriendo.
Sin embargo si ya no deseas mantener la relación con tu pareja no alargues más esta situación. También tenlo en cuenta. Dicho esto vamos a enseñarte los problemas más comunes que pueden terminar dañando muy seriamente la relación de pareja.
- Notar que falla la comunicación entre ambas partes. Sin duda lo que sustenta una pareja es la comunicación. El poder contar con otra persona para lo bueno y para lo malo es vital en las relaciones. Si de repente la comunicación se corta, probablemente estemos ante un grave problema. Fíjate si entre ambos fluyen las conversaciones. Si todavía o miráis a los ojos y podéis comprenderos el uno al otro. Asegúrate de que tu pareja consigue consuelo y apoyo cuando habla. O de que lo obtienes tú por su parte. Es necesario, por muy cansados que podáis estar, que los diálogos que tengáis sean constructivos y abiertos. Sobre todo si estáis haciendo frente a algún problema. De nada sirve que cada uno diga lo suyo mientras que el otro no escucha. Intenta mantener la calma ante estas situaciones y valora todo lo que hay alrededor. A veces pasamos por baches en la comunicación como un derivado de altos niveles de estrés. Puede que ambos tengáis mucha presión en el trabajo, o que no consigáis vuestros objetivos. Si notas que la comunicación comienza a fallar, no lo permitas. Es importante mimarla y que siempre podáis hablar. No es que los silencios sean negativos, pero tiene que seguir habiendo conversaciones entre vosotros. Tiene que seguir la chispa que os unió y continuar los momentos agradables que habéis compartido. La risa es una terapia excelente para mejorar la comunicación entre ambas partes. No lo olvides.
- La ilusión va desapareciendo. Hacer planes entre los dos parece que ya no resulta interesante. Atrás quedaron esos momentos en los que proponíais escapadas y estabais deseando pasar más tiempo juntos y crear experiencias nuevas. Parece que tú o tu pareja ya no tenéis interés por compartir planes. Si notas que ut pareja ha dejado de prestar interés a pasar tiempo juntos, creando nuevos recuerdos, algo está fallando. Puede que la ilusión del principio se haya ido desvaneciendo con el paso de los años. Puede que también te estés dando cuenta de que tu pareja no parece tener la misma ilusión de antes porque compartáis un futuro juntos. Sin duda perder la ilusión es uno de los mayores problemas de las relaciones. Llega un momento que la monotonía se apodera de la pareja y ya nada parece hacer que vuelva la chispa de la diversión entre ambos. Si quieres que esto no suceda intenta luchar contra ello de todas las maneras. Puede que tu pareja esté pasando por un mal momento y necesite tiempo. Pero nada mejor que tenerte a ti cerca para superar los malos momentos. No perdáis nunca la ilusión ni las ganas de hacer cosas juntos. Es uno de los principales pilares de las relaciones de pareja.
- Cuando ya parece que la intimidad no importa. Seguro que recuerdas cómo, al comenzar vuestra relación, no podíais quitaros las manos de encima. Probablemente os pasabais la mayor parte del día haciendo el amor escondidos en vuestro cuarto de la universidad o en cualquier lugar que pudierais. Es probable que con el paso del tiempo hayáis terminado por abandonar estas prácticas. Es normal que la pasión de los primeros meses se vaya enfriando. Esto no tiene por qué implicar que ya no queramos estar con nuestra pareja. Sin embargo cuando las muestras de cariño van desapareciendo o ya no tenéis ganas de hacer el amor nunca, es probable que haya algún problema. En la pareja el contacto físico es crucial para una relación estable y sana. Por eso es imprescindible que no desaparezca. Aunque pueda parecer complicado volver a recuperar las muestras de cariño, hay que hacerlo. Ya sea con un beso robado, con noches de caricias, o creando nuevos hábitos que nos mantengan en contacto. Por ejemplo bañarnos juntos y simplemente acariciarnos. Para volver a recordar nuestros cuerpos y para recuperar la magia.
- Cuando comienza a aparecer la desconfianza. No hay nada peor para una pareja que la desconfianza. Y más si se trata de una desconfianza justificada. Por ejemplo, si tu pareja te ha sido infiel o tú se lo has sido a ella y la desconfianza ha aflorado, es probable que no haya manera de arreglarlo. Por mucho que ambos os hayáis perdonado. La base de las parejas es la confianza en la otra persona. En el momento en el que esta se rompe, la pareja como tal ya no tiene sentido. Si perdemos la confianza, hemos perdido todo y no podremos seguir con la relación. Piensa que tu pareja es tu compañero o compañera de vida. Con él o ella estás creando un camino y si ambos no confiáis en el otro, es imposible mantenerlo. Por mucho que os sigáis queriendo. Una pareja sin confianza solo dará problemas y muchos disgustos.
- Cuando ya no eres la prioridad. Uno de los problemas más importantes que puede tener una pareja es enfrentarse al hecho de dejar de ser la prioridad para su compañero de viaje. Ambos estáis juntos y habéis decidido estarlo. Si no sois un equipo de nada sirve que sigáis vuestro camino a la par. Si uno de las dos partes deja de ser la prioridad para la otra, resultará muy doloroso y terminará con el equilibrio en la relación.
¿Qué puedo hacer en caso de comprender que mi relación va mal?
Es sencillo. Siempre que notemos que algo no funciona bien en nuestra relación es importante hablarlo y solucionarlo de la mejor manera posible. Como decíamos unas líneas más arriba tu pareja es tu compañero de viaje. Y si no confías en él y tratas de solucionar los problemas, de nada sirve que estéis juntos.
Por eso ante cualquier cosa que te haga sentir mal, ante cualquier cosa que notes que no funciona como debe, habladlo inmediatamente. De esta manera no se creará un agujero entre ambos que pueda terminar con vuestra relación.