Autismo: Qué es, Causas, Síntomas y Tratamiento
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Estamos seguros de que en alguna ocasión has oído hablar del autismo. Sin embargo es probable que no tengas claro cuáles son los síntomas de este trastorno, si tiene tratamiento o qué lo causa.
En este artículo vamos a explicarte todo esto para que conozcas una de los trastornos neurológicos más comunes que pueden desencadenarse en los niños. Esperamos que te sirva de ayuda para resolver tus dudas. ¿Estás preparado? En ese caso, ¡vamos a ello!
Qué es el autismo
Se conoce como autismo a un conjunto de trastornos de tipo neurológico que impiden que las personas que lo padecen puedan desarrollarse adecuadamente a nivel social. Esto sucede porque el autismo provoca graves problemas en la capacidad de comunicación. Además, aquellas personas que lo padecen deben de repetir patrones de manera asidua para poder sentir calma.
El autismo forma parte de los TGD o Trastornos Generalizados del Desarrollo. Estos trastornos se caracterizan por tener una gran variedad de síntomas de tipo neurológico y muy diversas causas orgánicas.
Por norma general el autismo no es igual para todos. Este trastorno afecta de diferente manera a las personas que lo padecen. Es un problema que surge en la infancia. Habitualmente antes de que el niño afectado cumpla los 3 años. Sin embargo hay casos en los que su aparición se retrasa. Muchas veces, aunque el niño lo padezca desde antes de los 3 años, los médicos no son capaces de diagnosticarlo por puro desconocimiento.
Sin embargo lo habitual es que los padres de niños autistas comiencen a notar ciertas particularidades en el comportamiento de su bebé antes de los 2 años. Sin embargo hay manifestaciones del autismo que no comienzan a ser visibles hasta que el niño inicia las relaciones sociales. Esto sucede, por ejemplo, con el síndrome de Asperger.
El autismo afecta a 6 de cada 1000 niños en el mundo y es más común que se desarrolle entre los niños que entre las niñas. Además este trastorno neurológico suele ir asociado a una discapacidad intelectual. Solo el 30 por ciento de los afectados por autismo tienen un nivel intelectual normal.
Lo ideal para tratar y conllevar el autismo es una detección precoz. Esto permite que los niños y las familias afectadas por este trastorno sepan convivir con él de manera más adecuada.
En total podemos dividir el autismo en 5 tipos diferentes en función de las afecciones que tenga el paciente. En todos los casos este tipo de TGD se caracteriza porque las personas que lo padecen presentan problemas para desenvolverse adecuadamente en ciertas áreas imprescindibles para el desarrollo. Estas áreas son:
- La comunicación. Los niños que padecen autismo pueden tener problemas para comunicarse tanto de manera verbal como no verbal.
- La realización de actividades. Por norma general los autistas han de repetir una serie de patrones una y otra vez. Además, en la mayor parte de los caso, limitan el número de actividades a las que necesitan repetir con frecuencia.
- La interacción social. Al tener serios problemas de comunicación, y verse obligado a repetir patrones de conducta y comportamiento, la interacción social se complica.
Para saber qué tipo de autismo padece un niño es necesario tener en cuenta:
- La edad a la que comienza a desarrollarse el autismo.
- La severidad de los síntomas.
- El desarrollo del lenguaje
- El número de áreas que se ven afectadas.
Los 5 tipos diferentes de autismo son:
- Autismo infantil
- Síndrome de Asperger
- Trastorno de desintegración infantil
- Trastorno generalizado del desarrollo no especificado (PDD-NOS)
¿Cuáles son las causas que provocan el autismo?
Hoy en día sigue sin saberse con certeza qué es lo que provoca el autismo. Sin embargo la mayor parte de los expertos consideran que la aparición de este tipo de trastorno está asociada a una mutación en ciertos genes. Según las investigaciones científicas el autismo puede derivar de los siguientes motivos:
- Mutaciones de tipo genético. Según los últimos estudios los expertos parecen coincidir en que el autismo está directamente relacionado con mutaciones en ciertos genes. Según los estudios hay un 5 por ciento de probabilidades el autismo se presente de manera reiterada en la descendencia de una familia con un hijo autista. Parece que uno de los genes directamente implicados con el autismo es el NL1. Sin embargo según los expertos es necesario que se den a la vez unas 15 – 20 alteraciones a nivel genético para que llegue a desarrollarse el autismo.
- Problemas de tipo neurológico. Por norma general todos los afectados por el autismo padecen trastornos en diferentes áreas neurológicas. Principalmente en aquellas áreas responsables del correcto desarrollo de la conducta y del aprendizaje. En muchas ocasiones la epilepsia también se asocia al autismo.
- Agentes infecciosos y ambientales durante el embarazo. Es importante que la mujer embarazada se mantenga lo más sana posible durante este periodo. Se sabe que aquellas mujeres que se ven afectadas por agentes infecciosos y ambientales durante el embarazo pueden provocar serios problemas en el desarrollo neurológico y físico del feto. Una de las alteraciones que puede crearse en el neonato es precisamente la aparición del autismo. El consumo de cocaína o las complicaciones obstétricas en el parto también pueden ser causa de la aparición de los TGD.
- Alteraciones en los niveles de serotonina y triptófano. Las alteraciones en estos neurotransmisores pueden provocar la aparición del autismo.
¿Cuáles son los principales síntomas del autismo?
Uno de los problemas del autismo es que es complicado definir sus síntomas. Como hemos explicado unas líneas más arriba, no todas las personas que padecen este trastorno lo hacen del mismo modo. Sin embargo hay ciertos síntomas que pueden hacer sospechar a los padres de que su hijo o hija puede padecer autismo.
- Dificultades en la interacción social. Los primeros en darse cuenta del desarrollo social del niño son precisamente los padres. Es común que los bebés autistas no muestren ningún tipo de interés por su entorno. Además, suelen mostrar interés de forma concreta en un objeto o persona durante largos periodos de tiempo. Los niños que no padecen autismo muestran más interés por lo que les rodea y no fijan tanto tiempo la vista en un objeto o persona. Estos niños tampoco suelen hacer caso cuando les llaman por su nombre. Además, es probable que también se note que esquivan la mirada directa con las personas que les rodean. Estos síntomas pueden aparecer desde el nacimiento o ir desarrollándose poco a poco.
- Falta de empatía. Al no desarrollarse adecuadamente a nivel social es normal que carezcan de empatía. Los niños con autismo no son capaces de entender lo que sienten los demás. A esto hay que sumarle el hecho de que entienden todo de manera literal. No comprenden los dobles sentidos y al carecer de empatía no entienden que una frase pueda tener más significados aparte del literal. No comprenden los tonos de voz ni las pautas sociales. Tampoco son capaces de averiguar lo que se esconde tras las expresiones faciales. Esto último es normal si tenemos en cuenta que los autistas no suelen prestar atención a las caras de las personas. Por tanto es lógico que no sepan interpretar sus gestos. Carecer de empatía les impide entender los comportamientos sociales y aprenderlos.
- Movimientos repetitivos y patrones de comportamiento. Suelen repetir de manera obsesiva ciertos comportamientos. Por ejemplo dar vueltas sin parar e incluso autolesionarse. Muchos niños se muerden o se golpean la cabeza de manera reiterada. No con capaces de salir de la rutina y si lo logran lo hacen con mucha dificultad. Para conseguir la calma han de repetir una serie de patrones de comportamiento que relajen. El curioso incidente del perro a medianoche, una obra maestra de la literatura escrita por Mark Haddon, puede hacerte entender mejor cómo es la vida de un niño autista. Y cómo comprende el mundo que lo rodea.
- No son capaces de comunicarse bien. Tanto a nivel verbal como no verbal los autistas no son capaces de comunicarse adecuadamente. En casos extremos muchos afectados por autismo no llegan a desarrollar ningún tipo de lenguaje ni pueden comunicarse con los demás por medio de expresiones faciales o acciones. En otros casos, su falta de empatía les hace comunicarse de forma poco adecuada. Tienden a ignorar a sus interlocutores ya que carecen de interés por lo que otros le cuenten.
- Poca capacidad imaginativa e interacción social. Los autistas no suelen ser capaces de imaginar, por lo que su interacción social durante la infancia es verdaderamente complicada. En la mayor parte de los casos ni siquiera pueden jugar porque no entienden el concepto.
- Pueden padecer… trastornos del sueño, crisis violentas, problemas gastrointestinales o mucha ansiedad. También es común que le autismo se asocie a cierto nivel de retraso mental.
En caso de notar uno o varios de estos síntomas es muy importante acudir lo antes posible a un experto. La detección precoz del autismo es imprescindible para mejorar la vida del afectado y de sus seres cercanos.
¿El autismo tiene tratamiento?
Por desgracia todos los padres autistas saben que sus hijos no pueden curarse. El autismo carece de cura. Sin embargo existen una serie de actividades que pueden ayudar a que la calidad de vida del niño y de la familia que convive con él sea mucho mayor.
Estas terapias suelen ser completamente a la medida de cada paciente. No hay que olvidar que los síntomas del autismo no se presentan de igual modo en cada caso. Estos tratamientos suelen estar asociados a:
- Ejercicios para mejorar a nivel emocional y psíquico. Con estas actividades se pretende que el afectado pueda ser capaz de desarrollarse de manera más adecuada tanto a nivel emocional como psíquico. Se les enseña a entender las expresiones y a reconocer los sentimientos de las personas. También se les alecciona para comprender la empatía y poder desarrollarla. Aunque sea de una manera muy limitada.
- Educar a nivel conductual tanto a la familia como al paciente. Los autistas son personas especiales con una forma diferente de ver el mundo. Incapaces de mostrar empatía aunque sí con capacidad de aprenderá. Es importante que se aplique terapia lo antes posible para saber cómo interactuar con el paciente. Y también para enseñar al paciente a interactuar con el resto. El objetivo de estos ejercicios es conseguir que el paciente desarrolle habilidades sociales y mejore su lenguaje.
- Medicación. Al no ser un trastorno idéntico en cada caso, no hay medicación para el autismo. Sin embargo sí que se pueden recetar medicamentos paliativos de ciertos síntomas que puedan desarrollarse. Por ejemplo para controlar ataques de epilepsia, convulsiones, etcétera. Suele ser habitual recetar a este tipo de pacientes ansiolíticos y antidepresivos además de los medicamentos recetados para los trastornos obsesivo compulsivos.
Si se desarrolla un tratamiento precoz de los síntomas del autista, por norma general estos evolucionan adecuadamente. Cuanto antes se inicie al tratamiento más fácil será para el paciente tener una vida feliz. Hay casos de pacientes que gracias al tratamiento precoz han sido capaces de desarrollar una vida laboral y social independiente. Sin embargo en la mayoría de los casos siempre es necesario que cuenten con cierto grado de apoyo.
En otras ocasiones ni siquiera el tratamiento precoz es capaz de aliviar los síntomas del autismo.