Causas del dolor en el coxis
El esqueleto humano cuenta con un total de 206 huesos con diversas funciones. Uno de estos, el coxis -o cóccis- resulta ser el vestigio de una cola. Se trata de la última pieza ósea de nuestra columna vertebral, situada bajo el sacro.
Es un hueso corto y simétrico formado vértebras coccígeas soldadas.
La principal función del coxis es servir de apoyo a músculos y ligamentos. También soporta el peso corporal en sedestación. En bipedestación, sin embargo, el coxis no soporta este peso, motivo por el cual se considera una extremidad inferior.
Como todo hueso del esqueleto, el coxis se puede ver sometido a fuertes presiones, resintiéndose y provocando dolores a la persona que lo padece. El dolor de coxis se conoce como coccidinia o coxigodinia, una afección médica poco frecuente. Se siente un dolor focalizado y suele empeorar al sentarse o al ejercer presión en la zona baja de la columna.
Algunas consideraciones para determinar que el dolor que sentimos es de coxis son: que el dolor empeore al sentarse y al ponerse de pie tras estar sentado, que el dolor sea fuerte si sufrimos estreñimiento (y que el evacuar nos alivie) o que el dolor empeore la tocar la zona del coxis.
Instrucciones
- En general, el dolor de coxis se suele deber al sometimiento de este a altas presiones, a lesiones o fracturas y traumatismos en general.
- Los traumatismos focalizados en el coxis (golpes o caídas) pueden provocar que los ligamentos de las estructuras se inflamen. Este motivo es el más generalizado en relación al dolor de coxis.
- Otro motivo de dolor de coxis es el parto. Esto se debe a la presión que el bebé ejerce sobre el coxis durante su expulsión, pudiendo incluso llegar a dañar su estructura.
- La presión provocada por actividades en las que el coxis está sometido durante un tiempo prolongado. El dolor de coxis por este motivo suele ser temporal.
- La existencia de tumores o quistes es otro de los motivos de dolor de coxis, que también se debe a la presión que estos ejercen.
- Otro motivo menos frecuente es el movimiento de los intestinos.
- También aparece este dolor motivado por infecciones.
Consejos
- En general, el consejo más útil es no adoptar posturas que favorezcan la presión prolongada.
- Aunque el dolor de coxis debido a la exposición prolongada a presiones no es permanente, debemos tratar adecuadamente sus síntomas ya que este dolor puede tornarse crónico.
- Las mujeres son más propensas a sufrir este dolor, debido a que el hueso es más pequeño y se encuentra debajo de la pelvis. Por este motivo, debemos tomar más precauciones.
- Si padecemos coccidinia habitualmente, lo ideal sería adquirir hábitos de vida menos sedentarios.
- Podemos aplicar frío en la región afectada durante unos días desde que comience el dolor.
- Durante los siguientes días cambiaremos el frío por calor.
- Evitaremos cargar peso sobre el coxis.
- Si el dolor se debe a una inflamación de la zona, podemos tomar antiinflamatorios como el ibuprofeno.
- Para aliviar el dolor podemos sentarnos sobre una almohada con cualidades adecuadas.
- Es posible que el tratamiento quiropráctico alivie el dolor. Eso dependerá del tipo de dolor al que nos estemos viendo sometidos.
- También podemos aplicar, mediante una inyección, un anestésico suave y esteroides para intentar que la inflamación remita.
- Podemos realizar un ejercicio básico, consistente en la torsión de tronco hacia los lados. Para ello debemos girarlo hacia la derecha y la izquierda, manteniendo nuestras piernas y cintura inmóviles.
- La actividad aeróbica de baja impresión es adecuada cuando nos encontremos frente a un dolor que esté remitiendo.
- Si el dolor no remite, lo mejor es que nos realicemos un examen pélvico para intentar determinar la causa. Este suele consistir en una radiografía de sacro y/o una resonancia magnética que descarte infecciones o tumores.
- Una buena manera de descartar motivos es la palpación. Si se nos realiza una palpación en el coxis y no se presenta dolor, podemos determinar que este proviene de otra zona o deberse a enfermedades subyacentes.
- Ante dolores fuertes y persistentes, debemos acudir a especialistas. Ellos serán quienes nos diagnostiquen y prescriban el tratamiento que corresponda.
- Si el dolor se debe al movimiento intestinal, procuraremos ablandar nuestras heces siguiendo una dieta rica en fibra, bebiendo abundante agua o tomando un laxante suave.
- Si el tratamiento no quirúrgico no alivia el dolor de coxis podemos recurrir a una operación en la cual se extirpa parte o la totalidad del hueso.