Cómo hacer un viaje ancestral de sanación

Para quienes la salud no es un asunto de poca importancia, suelen dedicar gran parte de su tiempo a realizar las actividades que se recomiendan para mantenerla, como ingerir alimentos saludables, dormir lo suficiente, hacer ejercicio, entre otras cosas.

No obstante, no solo se limitan a hacer lo que se recomienda, sino que también evitan todo aquello que puede mermar su salud, como los vicios, los excesos, los alimentos procesados y las golosinas, etc.

Cuando se enferman, no es necesario que nadie les diga que deben visitar al médico, pues desean sentirse bien. No obstante, esto no quiere decir que, por querer estar sanos, hagan cosas poco recomendables o peligrosas, como tomar medicamentos sin prescripción médica o recurrir a medicamentos naturales alternativos, sin la orientación necesaria.

Si bien es cierto que su finalidad es estar sanos, quieren lograrlo sin exceder los límites de lo que se considera seguro. Sin embargo, tal como dice el refrán popular, quien tiene una mente sana, también tiene un cuerpo sano, lo que quiere decir que la mente también necesita ser tratada para poder gozar de buena salud.

Aunque este pareciera ser un asunto médico, la verdad es que tiene más que ver con la parte espiritual. Por ello, hay quienes han decidido recurrir a diferentes alternativas, con la finalidad de hallar la paz interior y, por consiguiente, un nivel superior de sanación.

Una de las tantas alternativas que existen es la posibilidad de realizar un viaje ancestral de sanación. ¿Alguna vez has escuchado sobre los beneficios de esta experiencia extracorpórea? Si sientes curiosidad por este tema o tienes el deseo de emprender este viaje, en este post te estaré diciendo, paso a paso, lo que tienes que hacer, a fin de que la experiencia sea 100% enriquecedora y puedas sanar de la manera adecuada.

Instrucciones para hacer un viaje ancestral de sanación

La práctica del viaje ancestral surge de la idea de que cada ser humano está compuesto, no solo por carne y huesos, sino también por una parte espiritual, la cual sobrevive a la muerte del cuerpo físico. Algunos la llaman Alma, mientras que otros opinan que se trata del espíritu. Lo cierto es que es esta parte la que tiene la necesidad de realizar este viaje.

Un viaje astral es la proyección de luz del alma. Puesto que se cree que los seres humanos estamos compuestos por polvo de estrellas, y cada estrella es luz, esa parte que hay en nosotros, cada cierto tiempo tiene la necesidad de viajar en la bóveda celeste o a través del universo.

Además, puesto que se cree que existen diferentes tipos de cuerpos, como es el caso del ancestral que, aunque no lo vemos, es posible percibir, cuando se llega a un punto de relajación y armonía entre el cuerpo y el alma, el alma se desprende.

Esto ocurre, normalmente, mientras se duerme, pero también puede suceder cuando la persona ha caído en un estado de muerte clínica, ya sea por enfermedad o por algún accidente que haya sufrido.

Por este motivo, hay quienes afirman que, estando en coma, caminaron hacia una luz, subieron al cielo, vieron un túnel o que se vieron a sí mismos mientras estaban en cama. En realidad, lo que estaba sucediendo es que su alma se encontraba en un viaje ancestral, el cual se puede hacer consciente o inconscientemente.

Puesto que quien anima al cuerpo es el alma, es esta la que obtiene los beneficios de este viaje, logrando alcanzar la sanación que necesita, al conectarse con la energía, el tiempo y el espacio. Cabe destacar que esta es una experiencia momentánea y que luego el alma y el cuerpo se vuelven a unificar.

¿Que necesitas para hacer un viaje ancestral de sanación?

En caso de que quieras emprender tu propio viaje ancestral de sanación, necesitas hacer lo siguiente:

  • Colócate ropa cómoda y túmbate en la cama bocarriba con los brazos en el pecho y las piernas extendidas de forma natural, sin cruzar ni las manos ni los pies.
  • Cierra los ojos y deja que el cuerpo se suelte, sin forzarlo en lo más mínimo. Simplemente, olvídate del cuerpo y céntrate en la mente.
  • En este punto, la respiración debe ser lenta y pausada, tal como cuando estamos durmiendo. La clave del éxito radica en mantener los ojos cerrados y relajarse, pero sin llegar a dormirse.
  • Deja la mente en blanco y no pienses en nada. Entonces, comenzarás a ver una luz, la cual irá adoptando diferentes formas que se moverán de un lado a otro o, en otros casos, se irán deformando. Presta atención a esas formas que se crean en tu mente y poco a poco verás que se hacen más y más nítidas.
  • Tu mente comenzará a divagar para dormirse y este es el punto vital del ejercicio, pues no puedes permitir que eso pase. Debes estar concentrado en tu objetivo de salir.
  • Si te mantienes enfocado en las formas que dibuja tu mente, llegará el momento en que tu cuerpo comenzará a actuar de manera extraña. Sentirás una extraña sensación de vibración y hormigueo y, entonces, tu cuerpo ancestral comenzará a salir de tu cuerpo físico.
  • En ese momento, te sentirás relajado, ligero igual que una mismísima pluma y, tan solo en un par de segundos, ya estarás fuera de tu cuerpo.
  • Cuando por fin logres salir, podrás volar por toda tu casa e, incluso, por el universo y comenzar tu proceso de sanación.

Consejos para hacer un viaje ancestral de sanación

Una vez que inicies tu viaje ancestral, también podrás verte en tu cama, lo que podría hacer que sientas temor. Sin embargo, debes tratar de controlarte porque ante la presencia del miedo, el cuerpo ancestral vuelve inmediatamente al cuerpo físico.

Tampoco debes sentir temor si no puedes volver a tu cuerpo físico, eso no necesariamente quiere decir que hayas muerto. Tarde o temprano volverás a él. De hecho, lo normal es que las primeras veces que hagas este viaje, no lo consigas de regreso.

También puede suceder que, efectivamente, te quedes dormido. Sin embargo, a medida que vayas practicando, lograrás mejorar la técnica hasta llegar a la perfección.

Por otra parte, debes saber que existen personas que afirman poder hacer este desprendimiento sin necesidad de emplear alguna técnica para lograrlo. Pero se trata de un proceso un tanto más complicado.

Otra cosa que puede ayudarte es ir entrenándote poco a poco hasta que consigas estar espiritualmente listo. Pero, ¿cómo puedes hacerlo? Una manera es practicando la respiración consciente. Es decir, hacer un seguimiento de cada uno de los movimientos que se encuentran implicados en el proceso de la respiración.

Siente y observa cómo los pulmones se van llenando de aire y cómo se desinflan de nuevo. Hacer este ejercicio una y otra vez, te ayudará a conseguir relajarte mucho más rápidamente.

Además de esto, puedes practicar alguna técnica de meditación. Existen muchas que puedes probar. Pero, entre las más populares están las que se relacionan con el yoga. De esta manera, no solo entrenas la mente, sino también el cuerpo, lo que contribuirá a la sanación de ambas partes, las cuales estarán en perfecta armonía.

Otra cosa que puedes hacer es escuchar música relajante o los sonidos propios de la naturaleza, como el del viento chocando contra los árboles, el del agua al caer o al fluir, el trinar de las aves, el silbido del viento, etc.

Sin importar cuál sea la técnica de relajación que prefieras, lo realmente importante es que te encuentres en un lugar solitario, aislado de los ruidos externos y de cualquier persona o cosa que pudiera interrumpir el proceso.

Si logras dominar el arte de la relajación, entonces estarás un paso más cerca de conseguir tu anhelado viaje ancestral de sanación. Por eso, practica cuanto necesites y no te desanimes si no te sale a la primera. Recuerda que se trata de una técnica que poco a poco irás perfeccionado, hasta lograr dominarla y encontrar la sanación verdadera.

 

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