Cómo arreglar un coche oxidado

Si estás pensando en restaurar un coche, o te interesa conocer cómo reparar unas ralladuras o arañazos, seguro que también quieres saber cómo arreglar un coche oxidado. Si te encuentras con un vehículo que ha sido víctima del óxido y al que quieres restaurar, debes empezar por tener en cuenta que la forma de hacerlo dependerá de la parte afectada por el óxido y dónde se encuentre.

La oxidación es un proceso de deterioro que es inevitable para muchos metales como el hierro, principalmente en el caso de que el vehículo haya estado expuesto a la intemperie y, por lo tanto, expuesto a los diferentes agentes atmosféricos. Aunque muchos fabricantes apuestan por aleaciones de aluminio para evitar este problema, el acero se sigue usando en la carrocería por su alta maleabilidad y resistencia. Sin embargo, el principal inconveniente es que tiene tendencia a oxidarse.

¿Qué es el óxido?

El óxido es el proceso de oxidación que consiste en una reacción química que se produce en los metales cuando se encuentran en contacto con el oxígeno. Los metales pasan de contar con una carga de iones neutral a una positiva, y esto genera el óxido.

Su apariencia es de una capa de color rojizo con una textura rugosa. Se previene su aparición utilizando una capa de imprimación aplicada sobre el mental y sobre la que se pintan el resto de capas. Sin embargo, los arañazos, golpes, roces… en la pintura provocan que algunas partes metálicas puedan entrar en contacto con al aire y comience el proceso de oxidación.

En el caso de que se ignore el óxido de la chapa en el vehículo ,este irá creciendo, hasta el punto de poder producir una corrosión del metal. Esto sería más grave, ya que provocaría el deterioro de las superficies metálicas hasta destruirse de manera progresiva.

Partes del vehículo con mayor tendencia a la oxidación

Existen algunas partes de un coche que tienen una mayor tendencia a oxidarse, ya que son los componentes que se encuentran más expuestos a los agentes externos. Estas son:

• Carrocería. Se aprecian a simple vista, y un arañazo o desperfecto que afecte a la capa de pintura puede ser el origen de la oxidación.
• Bajos del coche. Por su posición están expuestos, sobre todo al golpear contra piedras y el resto de la suciedad presente en la carretera.
• Motor. El motor del coche también tiende a sufrir oxidación.
• Compartimento de la batería. La batería puede tener fugas de¡ ácido y es necesario comprobar que no tenga óxido la bahía en la que se coloca este componente del coche.
• Juntas y mangueras. Se pueden producir fugas de los fluidos de trabajo, los cuales pueden provocar oxidación en diferentes partes metálicas. Es necesario comprobar las mangueras y las juntas.