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En su afán por bajar de peso, muchas personas cometen errores que, en ocasiones, son irreversibles, ya que atentan contra su salud de forma permanente. Es cierto que todos queremos lucir bien. No obstante, no es racional seguir todos los consejos que se nos den sobre este tema.
A la hora de escoger una dieta, es importante tomar en cuenta la opinión de los profesionales en la materia. Ellos tomarán en cuenta factores que quizás nosotros pasemos por alto. Por ejemplo, nuestra estatura, peso, edad, entre otros. Además, algunos organismos son más resistentes a las dietas estrictas, mientras que otros son más vulnerables y soportan menos presión.
Por otra parte, hay que tener mucho cuidado con las llamadas “Dietas milagrosas”. Es decir, aquellas que prometen que perderás una gran cantidad de peso en tiempo récord. Por lo general, esas dietas suelen matar de hambre a quienes las practican y les causan grandes trastornos alimenticios.
Algunas dietas están relacionadas con estilos de vida o con la espiritualidad de las personas, su relación con el medioambiente, el cosmos, el universo y otras fuerzas semejantes. A propósito de esto, en las últimas décadas han surgido cientos de filosofías que animan a llevar una dieta fuera de lo ordinario.
Una de esas nuevas tendencias es la Dieta del sol. Algunos podrían confundirla con la dieta que promueve la ingesta de alimentos ricos en betacarotenos, antioxidantes y fibras, los cuales permiten perder kilos, al mismo tiempo en el que se potencia el color bronceado de la piel. Sin embargo, se trata de una dieta muy diferente.
¿Habías escuchado hablar de la dieta del sol? ¿Cuál es su fundamento? ¿Cuáles son los beneficios que destacan sus seguidores? ¿Qué riesgos tiene para la salud? ¿Es científicamente recomendable? En este breve artículo estaremos dándole respuesta a estas preguntas.
Instrucciones
Forma parte de una filosofía que se basa en la observancia del sol. Afirma que mirar al sol el cuerpo recibe energía del astro rey y que esta energía es capaz de curar diferentes tipos de enfermedades, aportar una sensación de bienestar e, incluso, alimentar el cuerpo. Por eso, se abstienen de consumir cualquier otro alimento.
Hira Ratan Manek es uno de los representantes y seguidores de este movimiento. Él afirma que la luz del sol entra el cerebro y que, de esta manera, todo el cuerpo se recarga. Entonces ya no hay hambre ni deseo de comer, ya que el cuerpo tiene la capacidad de recibir la energía solar y transformarla en cualquier otro tipo que necesitemos.
De hecho, asegura que lleva unos 21 años viviendo sin comer absolutamente nada. Según dice solo se alimenta de energía solar y líquidos. Aunque, en realidad, no hay manera de confirmar que sus afirmaciones sean ciertas. Pero, ¿es beneficiosa esta dieta? ¿Realmente funciona? Lo estaremos viendo ahora mismo.
La realidad de la dieta del sol
Pese a que esta filosofía ha cobrado fuerzas rápidamente, se encendieron varias alarmas tras la muerte de una mujer de 50 años de edad en Suiza. Ella llevaba 4 semanas alimentándose solo del sol. Pero, al hacerle la autopsia, esta reveló que había muerto de hambre. No obstante, este no es un caso aislado. Se han presentado informes similares en Alemania, Australia y el Reino Unido.
Es interesante mencionar el hecho de que cada día mueren al menos 100 mil personas por la falta de alimentos. Al año serían unos 36 millones y medio. Los detractores de esta dieta sostienen que, de ser cierto este sistema, no tendrían que haber muertes por inanición, ya que la fuente de energía del sol es inagotable y está al alcance de todos.
Este es un tema sobre el que no hay muchas investigaciones científicas. Lo que sí sabemos es que para que la luz solar se transforme en alimento, es necesario que intervenga la clorofila, una sustancia color verde que se encuentra presente en las plantas. Pero, el ser humano no la posee, por lo que no podemos transformar la luz solar en energía. Sin embargo, el sol sí aporta grandes beneficios. Veamos cuáles son.
Que Necesitas
El sol favorece la producción de vitamina D, la cual está presente en pocos alimentos de manera natural y que ayuda a la calcificación de los huesos y los dientes, porque permite que el cuerpo absorba el calcio que necesita. Para que esta producción se logre, bastará con que te expongas al sol unos 10 o 15 minutos, de forma directa, unos 3 días por semana.
- Regula el funcionamiento del metabolismo de forma natural. Es decir, sí ayuda a perder peso.
- El sol incrementa la respuesta inmunológica de nuestro cuerpo al aumentar la cantidad de glóbulos blancos y linfocitos en la sangre, lo que reduce las posibilidades de contraer infecciones. También mejora el tono muscular, aumenta la resistencia en general y estimula las terminaciones nerviosas.
- La luz solar es necesaria para metabolizar el colesterol, lo cual hace que se reduzcan sus niveles en la sangre.
- Tomar el sol de forma moderada, ayuda a mejorar la apariencia de la piel con enfermedades como la psoriasis y el acné.
- Estimula la producción de serotonina y endorfinas, sustancias que se consideran como antidepresivas y relajantes. Además, regulan aspectos como la temperatura del cuerpo y la actividad sexual. En vista de sus efectos sobre la melatonina, ayuda a dormir mejor.
¿Cómo tomar el sol para adelgazar?
Para que puedas obtener los beneficios mencionados anteriormente, entre ellos perder peso, es importante que sigas estas recomendaciones:
- Toma el sol antes de las 12 y después de las 4 de la tarde.
- No te expongas demasiado tiempo, bastará con una media hora para lograr los beneficios antes dichos.
- Hidrátate de manera continua. Levántate de vez en cuando para que pueda oxigenarse la piel.
- No hay problema si sudas un poco. De hecho, recuerda que el sudor ayuda a limpiar tu organismo y favorece la pérdida de grasa de forma natural.
- No importa si el día está nublado. Puedes continuar con tu rutina incluso si hay días grises también.
Lo mejor que puedes hacer es acudir a un endocrinólogo para que te asigne una dieta personalizada y puedas perder peso usando al sol como tu aliado. Ahora bien, debes tener en cuenta que todos los extremos son malos. No por el hecho de que el sol te haga bien, quiere decir que debas exponerte demasiado. Veamos algunos efectos negativos del sol.
Consejos
Algunos se consideran adictos al sol y a lucir un bronceado extraordinario. Por ello, además de exponerse a él directamente, pagan por costosas sesiones en las cámaras de bronceado. Sin embargo, la exposición excesiva a los rayos del sol puede generar efectos negativos en nuestra piel y en otras partes del cuerpo. Por ejemplo:
- Estimula la aparición del cáncer de piel: los expertos indican que la sobreexposición al sol produce diferentes formas de cáncer, como los melanomas, los basocelulares o quistes en la piel y los de células escamosas o tumores que se presentan como nódulos y manchas rojas.
- Produce envejecimiento prematuro: arruga la dermis de manera prematura.
- Causa lesiones oculares: estudios recientes han demostrado que las radiaciones que emite el sol aumentan la posibilidad de sufrir de cataratas.
- Demasiado sol causa el efecto contrario en nuestro sistema inmunológico, lo debilita y nos deja sin defensas, al igual que sucede con las defensas de la piel.
- Produce quemaduras: al exponerse por más de 30 minutos al sol, de forma directa, la piel se quema, lo que produce enrojecimiento, picor y hasta hinchazón de la dermis, una de las capas de la piel.
En conclusión, podríamos decir que todos los extremos son malos. En vista de que estamos en confinamiento por el Covid-19, debemos establecer una rutina para tomar el sol, ya que reporta muchos beneficios. Sin embargo, no debes excederte para que no sufras algunas de las consecuencias que hemos mencionado.