Características de una persona

Debido a que las personas no son idénticas, existen las diferencias individuales que hacen alusión a las características únicas que se engloban dentro de la rama de la psicología, la cual estudia tanto los rasgos de su personalidad como sus comportamientos y actitudes. Se pueden dividir en dos bloques:

Características Positivas en una Persona:

Optimismo:

Una actitud positiva antes los hechos que ocurren en la vida, a pesar de las circunstancias adversas. Pone en una balanza lo bueno y lo malo y siempre sabe seleccionar la mejor parte dejando atrás aquello que puede entristecerle.

Esta característica no reside en tanta gente como debería hacerlo, pero es fundamental para intentar ser lo más feliz posible, dando la espalda a lo negativo y sacando un aprendizaje que le va a llevar a digerir mejor los aspectos que no le gustan, pues suelen ser personas que olvidan pronto y perdonan, no guardan rencor porque precisamente su optimismo en la vida, les hace pasar página lo antes posible y quedarse con lo importante.

Empatía:

Es una cualidad que hace mucha falta hoy en día, y que pocas personas representan, pues a veces el egocentrismo y el mirar solo por uno mismo hace que nos paremos a pensar en cómo están la gente más cercana a nosotros. Aquel que alberga la empatía, sabe posicionarse e imaginar que pensamientos y sentimientos puede tener otra persona, tanto en los buenos como en los malos momentos, y eso hace que pueda llegar a comprender mucho mejor lo que le puede estar sucediendo interiormente, basándose en lo que le sucede exteriormente.

Sentido del humor:

Es una de las características más necesarias en la vida, que siempre traen momentos positivos y alegres, que ayuda a sobrellevar en muchas ocasiones circunstancias que no son del todo agradables. Siempre es bueno reírse y pasarlo bien, sin embargo, no se debe de caer en el error de usarlo en situaciones serias, o hacer bromas sobre determinados temas que nunca vienen a cuento y que no tienen ninguna justificación. Se puede tener sentido del humor para utilizarlo en una dirección positiva, pero no como burla o ironía para hacer daño.

Altruismo:

Es de muy buena persona tener esta característica, cuando se prefiere poner por delante las necesidades que otra persona tiene y ayudarle aunque eso suponga que los intereses de uno mismo se vean perjudicados. Pensar en el otro y en su bienestar y dar lo mejor que uno tiene, aun sabiendo que no se va a obtener un beneficio para si mismo, pero si para la otra parte. Solo las personas de gran corazón y sentimientos puros suelen llevar a cabo acciones de este tipo.

Humildad:

Cualidad que honra a quien la tiene, pues es capaz de llevar a cabo un ejercicio que para muchos es una tarea imposible, porque su orgullo no les permite verse los defectos y saber reconocer sus errores, pecan de tener el ego muy grande. Por el contrario, ser humilde es una característica que te hace ver de manera limpia, como es uno mismo y saber reconocer aquello que tiene malo y aquello que puede mejorar, siempre estando dispuesto a aprender.

Generosidad:

Tener la capacidad de repartir lo que uno tiene, si se trata de cosas materiales, y compartir las cualidades, habilidades, los conocimientos y las experiencias. Todo forma parte de esta característica que solo se basa en acciones hechas desde la buena fe y el buen corazón. Sobre todo, por parte de aquellos que dan sin esperar nada a cambio, que se alegran de poder ayudar a compartir aquello de los que disponen, sin mirar si en un futuro serán o no correspondidos de la misma forma, porque pensarán en si obtendrán o no algo de vuelta quizá nunca lo harían.

Honradez:

La persona que de verdad es honrada, es honesta consigo misma y con los demás, siempre lleva a cabo los hechos que considera que son más necesarios y justos, sin maldad y con toda la buena fe del mundo, pensando en lo que podría ser mejor para otra persona u otras personas, basándose en las circunstancias personales y sociales por las que esta o están pasando. En su vida el engaño y la mentira no tienen cabida, y albergan una serie de valores muy positivos y sobre todo admirables.

Respeto:

Es una característica que se pierde con facilidad entre las personas de manera demasiado habitual. Es la base que cualquier relación debería de tener para que pueda llegar a ser buena, no hay porque pensar y actuar igual, cada persona tiene un mundo interior diferente, unas creencias, vivencias y sentimientos muy distintos que a veces chocan, pero hay que aceptar que no se tiene porque ser iguales, de hecho, en la diferencia está lo único y lo bonito. Se ha de respetar a los demás siempre ante cualquier circunstancia, sin desear nunca el mal, sino tratándoles como nos gustaría que nos trataran a nosotros.

Confianza:

Característica que lleva su tiempo conseguir, y sobre todo poner en práctica. Solo en las relaciones más solidas existe la verdadera confianza, para poder mostrarse como uno es, sacar la personalidad que se lleva dentro sin miedo a las represalias o las críticas, pues cuando hay confianza hay conocimiento y sobre todo entendimiento. Una persona confiable, es aquella que tiene la capacidad de hacer que los demás vean en ella que puede llevar a cabo cualquier acción pero que siempre lo hará de manera correcta.

Paciencia:

Es una actitud positiva, que es muy necesaria para múltiples circunstancias que se presentan cada día, y que ayuda a solventar y sobrellevar las situaciones que se pueden presentar. Tener paciencia es saber esperar y tener la calma suficiente y la tranquilidad mental de que todo lleva su periodo de tiempo. También ayuda a ver más el lado positivo y no desesperarse cuando las cosas no marchan como nos gustarían.

Características negativas en una persona:

Rencor:

En una característica muy negativa que a la larga trae solo malas consecuencias. Las personas rencorosas no olvidan determinadas circunstancias que vivieron en las que quizá se sintieron ofendidas o dolidas, y guardan un gran resentimiento dentro suyo, incluso a veces buscando el momento para devolverlo. Cada vez que reviven la situación  o se encuentran con la persona con la que pasaron ese mal trago, su enfado y su ira aumenta.

Egoísmo:

Procede de la palabra ego, y viene a significar que la persona que es egoísta solo mira por su interés, por las cosas que le puede beneficiar, sin tener en cuenta a los demás, simplemente porque no les importa, solo se importan a si mismos. No son capaces de compartir en cuanto a bienes materiales se refiere, todo se lo guardan pues prefieren aprovecharlo ellos mismos que repartirlo con los demás.

Antipatía:

Los que representan la antipatía suelen ser personas frías y que marcan las distancias con otras personas, no permiten que haya un contacto cercano con ellos, suelen ser parcos en palabras y a veces se manifiestan de forma impertinente o maleducada . Ademas de ser personas que apenas se relacionan, es decir, que no son muy sociables, precisamente porque aquel que conoce su actitud no le gusta acercarse.

Hipocresía:

Esta estrechamente ligada a la falsedad a aquella persona que tiene doble cara, que siente y piensa de una forma pero cuando le conviene modifica sus puntos de vista ante los demás y defiende totalmente lo opuesto. Todo eso lo hace para ganarse el favor de la gente a la que sabe que si fuera con sus verdaderas ideas sería rechazado, entonces prefiere mentir y amoldarse a la situación aunque eso suponga faltar a la verdad.

Arrogante:

Las personas que se siente muy superior al resto de personas con las que convive o socializa, actúa de manera altanera, trata a todo aquel con el que se relaciona de manera prepotente, pues se cree el mejor en todos los aspectos, cree que conoce todo siempre, que sus cualidades físicas son las mejores y alardea de de ellas. No se muestra interesado en escuchar lo que alguien ajeno le quiera contar, nunca cambiará su punto de vista, de hecho es el único que considera válido. Incluso no duda en ofender y hacer desprecios para hacer prevalecer lo suyo por encima de lo del resto.

Cruel:

Es una de las características más negativas que se pueden tener, pues una persona cruel actúa con la intención de hacer daño, sin ningún tipo de remordimiento, y además mientras lo hace lo disfruta. No piensa en el sufrimiento que puede estar causando o en las consecuencias. Suele utilizarse de personas fuertes hacia personas más débiles y no solo en el plano de la fuerza, sino que tengan un nivel superior en estudios, en posición económica, que se consideren poderosos para poder actuar como quieran pisoteando al resto sin piedad.

Avaricioso:

Característica recogida por la iglesia como uno de los peores pecados que una persona puede poseer, aquel que es avaricioso tiene un deseo exagerado por acaparar todo para el mismo, sobre todo con los bienes de tipo material y las riquezas. Es una persona que no comparte con nadie su patrimonio, sino que se lo guarda exclusivamente para disfrutarlo él.

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