Cuál es la diferencia entre una cepa y una mutación
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La mejor forma de prevención es el conocimiento. Es imposible cuidarse de lo que se desconoce. Por ese motivo, con la llegada del Coronavirus, lo mejor que puedes hacer es mantenerte al día con información actualizada para saber cómo actuar ante esta latente amenaza.
Claro, no se trata de obsesionarse con lo que está pasando en el mundo. Más bien, se debe ser equilibrado en este punto, pues preocuparse en exceso podría perjudicar mucho el bienestar mental y emocional de la persona, que ya se ha visto afectado por las medidas de confinamiento.
No obstante, conforme pasa el tiempo, se han ido integrando al vocabulario cotidiano una gran cantidad de términos que anteriormente eran desconocidos para el común y que son muy importantes. Por ejemplo, pandemia, brote, bioseguridad, estado de alarma, epidemia, entre muchos otros.
Más recientemente, en las noticias internacionales, se han podido escuchar nuevos términos que se integran a este glosario que gira en torno al Covid-19 y su influencia. Algunos de ellos son cepa y mutación. Esto se debe a que se han presentado variantes de la enfermedad, que son mucho más agresivas y que puede poner en peligro la vida de la persona afectada.
¿Te cuesta comprender la terminología médica? ¿Te gustaría saber qué es una cepa y qué es una mutación, así como cuál es la diferencia que hay entre ambas? Si la respuesta es sí, no puedes dejar de leer este artículo.
A través de este breve artículo podrás enterarte de cuál es el significado de cada uno de estos términos. Tener esta información, no solo te ayudará a estar mejor informado sobre el tema y a difundir información verídica, sino que también te permitirá tomar las medidas preventivas para evitar un posible contagio y, a su vez, las consecuencias que esto podría traer.
Instrucciones
Antes de conocer lo que es una cepa y una mutación, es importante que conozcas lo que es un virus, pues ambos términos están estrechamente relacionados con este último.
Cuando hablamos de un virus nos referimos a un grupo de código genético muy pequeño, el cual se encuentra rodeado por una capa de proteína. Superan a las bacterias en una proporción de al menos 10 a 1 y se encuentran en todo el mundo.
Puesto que los antibióticos no son de utilidad para eliminarlos, es necesario valerse de vacunas o antivirales para reducir o eliminar la gravedad de las enfermedades que producen.
Los virus pueden clasificarse en varios órdenes de familias, teniendo en cuenta el tipo de ácido nucleico que lo conforma, así como la presencia de la envoltura proteica.
En cuanto a su estructura, puede decirse que están cubiertos por una capa protectora denominada cápsida, la cual se encarga de proteger el genoma del virus y participa en el reconocimiento de los receptores, lo que hace que el virus pueda llegar hasta las células susceptibles del huésped.
Con el fin de reproducirse, los virus suelen infectar células vivas, sin importar cuál sea su origen, de plantas, bacterias o animales. Asimismo, usan los componentes de ellas para poder hacer réplicas de ellos.
Para poder entrar en las células deben tener la capacidad de penetrar la membrana celular. Tarea que llevan a cabo por medio de proteínas que se adhieren a las de un tipo de célula en específico, las cuales les permiten hacer una invasión en la célula huésped y dañarlas seriamente.
Ahora que ya conoces lo que es un virus y la manera en la que actúa, lo siguiente que necesitas saber es la diferencia entre una cepa y una mutación.
Que Necesitas
Para poder establecer diferencias entre una cepa y una mutación es necesario que estés al tanto de lo que es cada cosa. Por ejemplo, en el caso de una cepa, se trata de un virus perteneciente a la misma especie, pero con diferencias en sus características biológicas, serológicas y moleculares.
Es decir, una cepa no es otra cosa que un nuevo tipo o especie, en este caso, de coronavirus, tal es el caso del SARS-CoV-2, el cual es uno de los tipos de coronavirus más conocidos en la actualidad. Algunas de ellas son mucho más agresivas y se han desarrollado en diferentes partes del mundo.
De ahí que existan la cepa británica o B.1.1.7, la cual está relacionada con una mayor capacidad de virulencia y de transmisión, características que pueden volverla letal para personas de diferentes edades.
También está la cepa sudafricana o B.1.321 que, aunque se considera de riesgo moderado, es capaz de minimizar la efectividad de la vacuna. Por último, podemos mencionar la cepa brasileña o P.1 cuyo impacto podría llevar a ser alto, en caso de que la incidencia aumente de manera considerable.
Tomando en cuenta este hecho, podemos afirmar que existe otra manera en la que suele utilizarse el término cepa. Se trata cuando una variante determinada del virus se convierte en la dominante en una población. Aunque este doble uso del término puede llegar a parecer confuso, hay que tener en claro las palabras “Variante” y “Cepa” no se refieren a lo mismo.
Con relación a las mutaciones, estas pueden agruparse en variantes, linajes o ramas, y ocurren cuando se realiza una secuencia genética tomando como base las muestras que han sido tomadas en diferentes partes del mundo.
En palabras más simples, podemos decir que una mutación son los cambios que sufren los virus en su composición genética y que se dan conforme el virus pasa de una persona a otra.
La mayoría de las mutaciones que se dan en los genes no cambian la proteína viral que ha sido codificada por él. Por ello, se les considera como mutaciones silenciosas. Otras, llegan a afectar la secuencia de aminoácidos presentes en la proteína viral codificada, pero la mayoría de ellas no tienen consecuencias funcionales en el virus.
Sin embargo, otras mutaciones cambian la capacidad del huésped afectado de reconocer y suprimir el virus. De hecho, si estas mutaciones no llegasen a alterar la función de la proteína viral, sí afectan su inmunogenicidad, lo que puede afectar la virulencia y la transmisibilidad.
En conclusión, podemos decir que una cepa es un tipo de virus, el cual surge debido a una mutación o cambio en su composición genética. Pero, ¿cómo protegerse de un virus? Presta atención a los siguientes consejos.
Consejos
Entre las recomendaciones que ha dado la Organización Mundial de la Salud para protegerse y proteger a otros, están las siguientes:
- Usar mascarilla, lo que incluye a todas las personas mayores de dos años de edad, mientras se está en público. La mascarilla debe cubrir la nariz y la boca y quedar por debajo del mentón.
- Mantener una distancia de 6 pies o dos metros de las personas que no vivan contigo bajo el mismo techo.
- Vacunarse con vacunas que estén autorizadas.
- Evitar los espacios en donde haya aglomeración de personas o que no cuenten con un buen sistema de ventilación.
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, al menos durante unos 20 segundos. Debes lavarte las manos, especialmente después de haber estado en un lugar público, tras toser o estornudar o luego de haberse tocado la nariz.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar.
- Limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia, como las manijas de las puertas y los interruptores de luz, entre otros elementos.
- Monitorear su salud todos los días. Esto implica mantenerse atento a los síntomas que experimente, como tos, fiebre o dificultad para respirar.
- Finalmente, si observas manifestaciones o síntomas del virus, lo mejor que puedes hacer es notificarle a tu médico para que te dé nuevas instrucciones para tu cuidado, dependiendo de las molestias que presentes y la intensidad de las mismas.
Al poner en práctica estas sugerencias, podrás protegerte, y proteger a tu familia, de la influencia de las nuevas cepas de los virus que han llegado a mutar.
