Cómo proteger el coche del sol

Cuando llegan los meses más calurosos del año, es habitual que se sienta como el coche se calienta en exceso. Sin embargo, existen algunos pequeños trucos muy sencillos de llevar a cabo para ayudar a evitar que el sol caliente demasiado la carrocería y el interior de tu vehículo, algo que es necesario para evitar que a largo plazo puedan producirse fallos técnicos, averías o daños en el mismo.

Ten en cuenta que las elevadas temperaturas pueden llegar a hacer que tu coche alcance temperaturas de hasta 45 grados centígrados, lo que incrementa las posibilidades de que se sufran averías en el mismo. Dicho esto, es importante tener en cuenta nuestros consejos para que sepas cómo proteger el coche del sol

Recomendaciones para proteger el coche del sol

Existen diferentes recomendaciones para que sepas cómo proteger el coche del sol, una serie de pequeños trucos que te pueden ayudar a la hora de reducir el riesgo de que se produzcan averías o problemas en tu vehículo. Aunque en algunos casos te puedan llegar a parecer obvios, son consejos que pueden ser de gran utilidad.

Aparca a la sombra

Puede resultar un truco bastante obvio, pero en muchas ocasiones no se recurre a él a pesar de lo positivo que puede ser para tu coche. Si quieres proteger tu coche del sol, lo más indicado es evitarlo. Por este motivo, debes aparcar a la sombra siempre que puedas, sobre todo después de los días de vacaciones en los que se conducen cientos de kilómetros bajo el sol para llegar al destino final.

Aunque no siempre sea posible hacerlo, es recomendable que no se conduzca durante las horas de mayor calor, pero tampoco dejar el coche aparcado bajo los rayos del sol. Intenta buscar un lugar techado, que aunque te resulte algo más caro, evitarás futuras averías. Una alternativa será buscar la sombra de algún edificio o árbol.

Además, aunque tengas suerte y encuentres un lugar en el que dejar tu coche estacionado a la sombra, asegúrate de calcular el tiempo que vas a dejar el coche aparcado. De esta forma, podrás asegurarte que, aunque esté a la sombra en un determinado momento, no vaya a estar bajo el sol cuando regreses.

Debes tener muy en cuenta estas recomendaciones, ya que es muy necesario que el coche se encuentre perfectamente cuidado, sobre todo durante un periodo estival en el que las condiciones y circunstancias son más severas; y que por lo tanto pueden derivar en averías y situaciones complicadas.

Protege tu coche

A pesar de que sea recomendado siempre buscar la protección del sol buscando la sombra, existirán ocasiones en las que no tengas más remedio que dejar tu coche expuesto a los intensos rayos solares. En este caso será indispensable que te encargues de proteger el exterior y el interior del vehículo para que no se genere tanto calor.

En primer lugar, para tratar de mantener una baja temperatura en el exterior del vehículo es lavándolo de forma regular durante los meses de mayor calor. No obstante, no debes hacerlo al aire libre durante las horas de más calor, ya que en ese caso el agua se evaporará rápido sobre la carrocería y producirá manchas. Es aconsejable que, después del lavado, apliques cera protectora contra los rayos ultravioleta sobre la carrocería del vehículo.

Para proteger el interior debes recordar siempre poner el parasol cuando aparques al aire libre. Los parasoles, tanto en el parabrisas como en la parte trasera, consiguen repeler los rayos solares haciendo que así el interior del vehículo se mantendrá a una temperatura más baja que en el exterior. Este tipo de protectores son de gran utilidad por confort, pero también para mantener en buen estado el interior del coche.

Una última recomendación en este sentido es la de no arrancar el coche cuando aún esté muy caliente. Si subes al coche y notas que el interior tiene acumulado mucho calor, antes de iniciar la marcha abre las ventanillas y puertas y deja que el calor se disipe. Es preferible esto antes de recurrir al uso del aire acondicionado.

Revisa el depósito de anticongelante

Un tercer punto importante para saber cómo proteger el coche del sol, es que te asegures de revisar el depósito de anticongelante. Este debe ser comprobado de manera regular durante todo el año, pero cobra aún mayor importancia durante el verano, cuando tendrás que asegurarte cada semana de que no se queda sin líquido anticongelante en el depósito.

Este líquido ayuda a mantener frío el motor del coche y evitar así que se produzca una avería por un sobrecalentamiento, algo que será mucho más probable que suceda con las altas temperaturas.

De esta manera podrás disfrutar de una conducción más segura y se reducirán las posibilidades de que se pueda llegar a producir una avería o daño en el vehículo, ya sea en su mecánica o en la carrocería.

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