Cómo hacerle frente a la fatiga pandémica
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Desde que salió a la luz al mundo la noticia de la llegada de una enfermedad altamente contagiosa y que podría ser mortal, conocida como Covid-19, se comenzaron a implementar una serie de medidas, de orden sanitario, para evitar su propagación.
Sin embargo, la verdad es que se extendió rápidamente por todo el mundo hasta llegar a recibir la clasificación de pandemia. Esto sucede cuando la gran mayoría de los países registran cierta cantidad de número de contagiados.
Justo en ese momento el miedo comenzó a apoderarse de muchas personas, hasta el punto que cayeron víctimas de la ansiedad y el pánico, debido al deseo natural de no formar parte de la cifra de afectados por la enfermedad.
Por ese motivo, algunos extremaron las medidas de seguridad sanitaria, usando tapaboca día y noche, guantes y otros elementos que reduzcan el riesgo de un posible contagio. No obstante, esta situación se extendió más de lo que muchos pudieron llegar a imaginar. De manera que la angustia constante y el estado de alarma ha hecho que algunos sean víctimas de lo que se conoce como fatiga pandémica.
¿Habías escuchado hablar de este término? Puede que no. Sin embargo, por más sorprendente que te parezca, es muy probable que hayas llegado a manifestar algunos de sus síntomas sin saberlo, ¿te gustaría saber cuáles son? Si es así, te recomiendo que continúes leyendo este artículo.
En él encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la fatiga pandémica, una condición que está afectando a cientos de personas alrededor del mundo, sin importar su edad, sexo, condición social o religión.
Compartiré contigo algunos consejos prácticos para que puedas hacerle frente y, con el tiempo, ir minimizando sus síntomas hasta que desaparezcan por completo y puedas volver a tener una vida normal dentro de las circunstancias actuales.
Instrucciones para hacerle frente a la fatiga pandémica
El término fatiga pandémica ha sido acuñado por la Organización Mundial de la Salud y se utiliza para designar al estado emocional, de desmotivación y cansancio, que siente la gran parte de la población mundial, ante la situación actual prolongada por la pandemia del coronavirus.
Todas las medidas sanitarias necesarias, que se han implementado, terminan provocando una especie de agotamiento generalizado en las personas. El peligro radica en que dicho agotamiento hace que las personas se cuiden menos y comiencen a bajar la guardia usando menos las mascarillas, no respetando la cuarentena, se lavan menos las manos, etc. Todo esto hace que queden más expuestos a un posible contagio.
Se trata de un comportamiento natural ante una situación estresante prolongada que incluye el miedo a perder el trabajo, el temor a enfermarse, el no poder realizar ciertas actividades con libertad, entre otras cosas.
La fatiga pandémica se manifiesta de diferentes maneras. Algunas de ellas son:
- Sensación de cansancio extremo.
- Agobio por la rutina implementada con la llegada de la pandemia.
- Desesperanza ante lo que se avecina.
- Ansiedad.
- Ataques de pánico.
- Soledad y aislamiento físico y emocional.
Si has manifestado alguno de estos síntomas, es probable que estés siendo víctima de la fatiga pandémica. Pero, tal como si se tratase de una enfermedad, existen ciertas herramientas que puedes utilizar para hacerle frente y salir adelante. A continuación, te diré cuáles son.
¿Que necesitas para hacerle frente a la fatiga pandémica?
Una de las cosas que más te ayudarán es hacerte un horario. En él, debes incluir no solo las actividades obligatorias, como los estudios y el trabajo, sino también actividades recreativas o de ocio, como jugar un videojuego, juegos de mesa, practicar algún deporte en el jardín, bailar, cantar karaoke, etc.
Trata de que estas actividades sean diferentes cada día para que no caigas en la monotonía y el aburrimiento. Esto te ayudará a distraer tu mente y a no permanecer en estado de alarma constantemente.
Asimismo, necesitarás practicar alguna técnica que te ayude a recuperar el control de tus emociones, como la respiración, la relajación, la meditación o el yoga. Por lo general, estas técnicas son fáciles de realizar y te ayudarán a calmar tus inquietudes.
También necesitas un amigo. Los amigos están para apoyarse en tiempos difíciles. Con esta persona podrás conversar y desahogarte, pero también puedes incluirla en tus actividades de ocio vía streaming. De seguro te ayudará a pasar un rato diferente y renovador.
Limita la cantidad de información negativa que recibes, ¿cómo lo puedes hacer? Trata de no pasar horas mirando noticias y estadísticas relacionadas con el coronavirus, ya que es contraproducente para tu estado de ánimo. Mientras menos sepas, será mejor para tu salud emocional.
Finalmente, es necesario que continúes aplicando las medidas de protección y seguridad. Sí, puede que ya estés cansado de hacerlo. Pero recuerda que el uso de la mascarilla, el distanciamiento social y el lavado de las manos con agua y jabón son medidas insignificantes que te ayudarán a conservar lo más importante: tu salud y la de los tuyos.
Pero, ¿qué otras medidas pueden serte de utilidad para combatir la fatiga pandémica? ¿Qué más puedes hacer para mejorar la situación?
Consejos para hacerle frente a la fatiga pandémica
Algunas de las medidas, para sobrellevar mejor la fatiga pandémica, son las siguientes:
- Cuida tu cuerpo. Esto incluye cuidar tu dieta, las horas que duermes, las cuales deben ser al menos 7 u 8 horas y mejorar la actividad física que realizas. La idea es que no permitas que el sedentarismo se apodere de tu vida. Debes estar lo más activo posible y asegurarte de descansar lo suficiente.
- Con relación a la alimentación, evita el consumo de alimentos poco nutritivos, como los que son fritos, la comida chatarra y las golosinas. Por el contrario, incluye frutas, vegetales y cereales para hacerla más variada y alimenticia.
- Integra a tu rutina diaria diferentes actividades que te ayuden a disminuir los niveles de estrés. En este punto, lo fundamental es que puedas descansar y que disfrutes en compañía de los que viven bajo tu mismo techo.
- ¿Por qué no programan una tarde de películas, un maratón de tu serie favorita, una noche de videojuegos o alguna actividad recreativa similar? Esto les permitirá aliviar el tiempo que estén encerrados y fortalecer los vínculos afectivos.
- Mantente en contacto con el mundo exterior. No pierdas el contacto con tus amigos. Puedes comunicarte con ellos a través de diferentes medios, como el teléfono, el correo electrónico, vía streaming, etc. Esto te permitirá reducir al máximo la sensación de encierro y soledad. Si usas tu imaginación, te darás cuenta que hay cientos de cosas que pueden hacer a través de los medios electrónicos.
- Cambia de mentalidad. Puede que hasta ahora hayas pensado que te encuentras encerrado. No obstante, el verdadero motivo de tu situación actual es porque te estás cuidando y también a los tuyos.
- Además, ten en mente que se trata de alto temporal. No es una condición permanente. Si piensas en positivo, evitarás ser víctima de la ansiedad y de otras emociones perjudiciales.
- Sé consciente de que los sentimientos que estás experimentando son naturales y que no hay nada de malo en experimentarlos, siempre y cuando los superes. Negar la existencia de estos sentimientos significaría un doble esfuerzo. Además, te privaría de trabajar en el problema para remediar la situación.
- Evita caer en vicios o en hábitos tóxicos y poco saludables. Algunas personas, le hacen frente al estrés a través del cigarrillo o el alcohol. No obstante, estas soluciones solo suman un problema más.
- También debes evitar el consumo excesivo de sustancias estimulantes, como el café o el chocolate, pues, a la larga, te traerán consecuencias negativas.
- Uno de los mayores detonantes de la fatiga pandémica es la desesperanza. Tener la sensación interna de que la situación nunca va a mejorar o de que cada vez será peor, puede sumergirte en la tristeza y la desesperación.
- Por el contrario, la esperanza, las expectativas positivas y la fe son el antídoto perfecto contra este mal que agobia a gran parte de la población mundial. Por eso, ten siempre en mente que llegará el momento en que podrás retomar tu vida con normalidad.