Cómo evitar los Calambres
Muchas veces cuando realizamos cualquier tipo de ejercicio físico, es casi inevitable que aparezcan ciertas molestias como los calambres, las cuales te pueden estropear un gran día y hacer que no te sientas cómodo entrenando.
Tanto si es entrenamiento de alta intensidad con pesas, como si es ejercicio de baja intensidad de cardio, como si ocurren así sin más, los calambres tienen las mismas causas. Un calambre es un pinchazo en el músculo que aparece de repente y que significa que algo no va bien.
Los calambres suelen significar que el músculo no estaba preparado para realizar cierto movimiento y por lo tanto, está cansado y dolorido. Los calambres aparecen por muchísimas causas, como por ejemplo una mala postura al cargar peso, demasiado ejercicio, demasiada intensidad en los ejercicios o mal calentamiento a la hora de realizar pesas u otro tipo de ejercicio.
Lo malo de los calambres es que nos impiden continuar la realización del ejercicio con normalidad, ya que al ser el dolor tan intenso, no nos deja seguir entrenando. Además que en muchas ocasiones, el dolor aumenta cuando nos ponemos a entrenar, lo cual obviamente no queremos que ocurra, ya que podría derivar a lo largo del tiempo en una grave lesión que nos mantendría apartados de la actividad deportiva durante un largo período de tiempo.
Por suerte, los calambres se pueden evitar y hacer que siempre estés en condiciones óptimas de realizar ejercicio del tipo que sea. Cuando los conseguimos evitar, podremos entrenar con una mayor eficacia, sin paradas innecesarias y por lo tanto, logrando un mayor progreso a lo largo de toda la temporada deportiva.
Por este motivo, te voy a enseñar los mejores consejos para evitar los calambres y para tratarlos en la medida de los posible, así que vamos allá.
Instrucciones para evitar los Calambres
- Calentamiento correcto:
Lo primero que debemos realizar a la hora de empezar a evitar los calambres es realizar un calentamiento correcto antes de realizar ejercicio de cualquier tipo. Un calentamiento prepara al músculo para realizar ejercicio, lo cual hace que pueda estar mejor preparado para soportar la presión y no sufrir daños. La forma de calentar varía de un deporte a otro, pero es básicamente hacer ejercicio progresivo de muy baja intensidad para dejar al músculo preparado. Si vas a correr, realiza ejercicios de movilidad articular para que el cuerpo esté listo para funcionar. Si vas a levantar pesas, realiza series con poco peso a modo de aproximación al peso final. Si vas a coger peso durante todo el día en el trabajo, calienta la espalda y los brazos antes de entrenar.
- Estiramientos después de entrenar:
Una vez hayamos acabado el entrenamiento, debemos estirar un poco los músculos. Esto se debe a dos cosas, en primer lugar, evitamos que el músculo se quede agarrotado y por lo tanto evitamos el dolor y en segundo lugar, aumentamos el aporte de oxígeno en la zona del músculo, lo cual hace que el músculo se recupere más deprisa y por lo tanto, esté listo con mayor brevedad para la siguiente sesión de ejercicios. Estira todos los músculos implicados en el entrenamiento, sea del tipo que sea. Si vas a correr, estira brazos y tren inferior, si has hecho entrenamiento de pecho, estira brazos y pecho y si has estado trabajando cogiendo peso, estira tu espalda y tus brazos. - Buena alimentación:
La alimentación es clave a la hora de conseguir mejoras en el ejercicio, pero también ayuda a evitar los calambres. Cuando tenemos una mala alimentación, conseguimos que las hormonas del cuerpo estén totalmente desequilibradas, lo cual causa que el cuerpo no funcione correctamente. Un cuerpo con bajos niveles de testosterona y con pocas vitaminas va a ser mucho más propenso a sufrir calambres que un cuerpo bien alimentado. Así que come las vitaminas necesarias, come las calorías que necesitas y sobre todo, evita los alimentos procesados de mala calidad, los cuales harán que tu cuerpo no funcione correctamente, aumentarán el colesterol malo y harán que estés mal. - No sobreentrenar:
Muchas veces ocurren los calambres por entrenar demasiado. Esto es lógico, el cuerpo tiene un límite y no se le puede sobrecargar de trabajo, ya que llegará un punto en el cual el cuerpo diga basta. El sobreentrenamiento ocurre por varias razones, en primer lugar, ocurre por entrenar demasiado tiempo, sobre todo en culturismo. En segundo lugar, ocurre por descansar poco, ya sea entre series, entre días o incluso durmiendo pocas horas. Finalmente, ocurre por pasarte con la intensidad, por ejemplo metiendo mucho peso. También puede ocurrir por mala técnica y malas posturas, lo cual ocurre en trabajos de coger peso de manera habitual. Lo mejor para evitar las sobrecargas es dormir correctamente, realizar el descanso correcto, buena postura para ejercicios y para coger pesos y no pasarte de la intensidad a la hora de realizar el ejercicio.Si trabajas con peso y no puedes evitar sobreentrenar, al menos coge una buena postura ergonómica que minimice las lesiones dentro de lo posible.