Cómo aumentar la capacidad pulmonar
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El deporte y el ejercicio físicos desarrollan la forma muscular y aumentan el bienestar y la salud de las personas. Es evidente que ya sean deportes o ejercicios suaves como si son de los llamados de riesgo, una buena respiración es imprescindible para afrontarlos.
Una mayor capacidad de los pulmones siempre te va a permitir realizar el ejercicio con más ritmo y eficacia, pues el aire te da el oxígeno que necesita tu cuerpo. Si estás comenzando a abordar algún deporte o actividad en el gimnasio, después de mucho tiempo de no practicar nada de ello, seguramente pensarás que los pulmones no te dan abasto e incluso interrumpirás el ejercicio antes de su finalización por no tener la capacidad pulmonar que necesitarías.
Existen técnicas que te pueden ayudar a acrecentar el tamaño de los pulmones, y también tienes métodos para aumentar la cantidad de aire que pueden alojar tus pulmones y para incrementar la absorción de oxígeno. Son ejercicios que, practicados con regularidad, mejorarán de forma sensible tu capacidad pulmonar.
A continuación te explicamos cómo aumentar tu capacidad pulmonar.
¿Que necesitas para aumentar la capacidad pulmonar?
- Un sillón cómodo
- Agua
- Globos
- Tiras o pañuelos de papel
- Una cinta de correr
- Una piscina
- Una bicicleta
Instrucciones para aumentar la capacidad pulmonar
- Respirar profundamente. La forma más sencilla de aumentar la cantidad de aire en tus pulmones es respirar profundamente y practicarlo con constancia. Empieza por exhalar todo el aire que tengas, extendiendo los brazos para ayudar en la operación. No dejes nada pero exhálalo lentamente. Procura que el diafragma descienda todo lo posible mientras los músculos abdominales se relajan. Después, inhala también lo más profundamente que puedas, notando cómo se tensan los músculos torácicos, hasta el punto de que empieza a ser algo molesto.
- Lávate la cara con mucha agua. Agacha la cabeza sobre un lavabo y échate abundante agua en la cara de una sola vez, como si la introdujeras en el mar o en un río. Mientras lo haces, contén la respiración. Se ha comprobado que este ejercicio produce bradicardia, es decir, se hacen más lentos los latidos del corazón, lo que es la primera reacción de los mamíferos cuando se lanzan a bucear. Usa agua fría pero no helada, porque si no se provocará un efecto de respiración muy rápida, o hiperventilación, cuando lo que debes hacer es contenerla.
- Relájate y medita. Siéntate en un lugar cómodo y con una buena postura. Cierra los ojos y relaja los músculos de todo el cuerpo, tranquilamente. Medita varios minutos sobre asuntos que no sean del día, recuerdos, pero que no te provoquen ninguna tensión. Cuando te sientas relajado, cierra los ojos si no lo has hecho ya. Ahora debes inhalar por la nariz 8 veces seguidas sin exhalar ninguna vez, conteniendo la respiración. Entonces, exhala y repite 2 ó 3 veces más las ocho inhalaciones, sin exhalar. Al final de cada tanda, exhala el aire muy lentamente y de forma regular. Tras tres o cuatro repeticiones, tus pulmones retendrán mucho más aire que veinte minutos antes.
- Ejercicios sencillos. También puedes realizar ejercicios sencillos en cualquier lugar cuando dispongas de algún rato libre. Infla globos, no sólo sentado, sino caminando o moviéndote, lo que incrementa el esfuerzo. Deja desinflar el globo, y vuelve a inflarlo. Repite de forma seguda durante 15 minutos. Más: pégate una tira de papel larga o un pañuelo de papel en la punta de la nariz y sóplala con la intención de mantenerla flotando en el aire el mayor tiempo que puedas. Hazlo al menos durante un cuarto de hora y repite con frecuencia.
- Hiperventílate. Es decir, respira más rápido de lo normal durante un minuto. Después realiza un ejercicio de inhalación durante un periodo de 2 a 20 segundos y luego exhala en un tiempo de 10 a 20 segundos. Después intenta aumentar los tiempos. Con un poco de práctica, verás cómo aumenta tu resistencia y por tanto tu capacidad pulmonar.
- Ejercicio en el agua. Puedes ejecutar ejercicios como levantar pesas o gimnasia dentro del agua, pues la resistencia de esta provoca que necesites más oxígeno y hará trabajar más a tus pulmones. Primero debes realizar los ejercicios de forma normal, fuera del agua, sobre el suelo, tarima o esterilla, teniendo en cuenta que si es con peso, este será más ligero en el agua. Después, deberías estar al lado de una piscina o similar, para sumergerte hasta el cuello y hacer los mismos ejercicios. Deberás respirar de manera más corta y rápida.
- Deportes cardiovasculares. El ejercicio y el deporte que favorecen al corazón son también una buena actividad para mejorar la capacidad pulmonar, sobre todo lo que son ejercicios aeróbicos. Los mejores deportes son la natación -el mejor para los pulmones-, montar en bicicleta y correr -mejor en una cinta automática o en una pista para no perjudicar las rodillas-.
Consejos para aumentar la capacidad pulmonar
- Aunque es conocido, no puedes aspirar a aumentar tu capacidad pulmonar si fumas o estás de forma continuada en contacto con el humo. Igualmente de perjudicial es la exposición regular a gases y humos de vehículos e industriales.
- Si practicas el buceo, debes aprender con profesionales que te darán las indicaciones precisas para respirar bajo el agua, ya sea con o sin bombonas de oxígeno. Para bucear debes saber qué técnicas respiratorias usar en cada momento del buceo, sea a más profundidad o subiendo a la superficie, pues en caso contrario puedes tener problemas de salud graves.