Qué es atrofia muscular
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La atrofia muscular se refiere a la reducción en el tamaño de nuestros músculos. Directamente proporcional a la disminución de su masa. Ya sea, por pérdida o desgaste de la musculatura esquelética. Lo que hace que perdamos fuerza. Afectando las células y terminales nerviosos del tejido muscular. Por lo que puede ocasionar su parálisis de forma completa o parcial.
¿Cuáles son las causas de atrofia muscular?
La presencia de algunas enfermedades de base puede ser la causa de atrofia muscular. Tales como cáncer, insuficiencia cardíaca, disfunción renal, insuficiencia hepática EBPOC, trastornos hidroelectrolíticos, quemaduras graves, SIDA. Generalmente, debido a que presentan el síndrome de desgaste corporal o caquexia. Así mismo, la colocación de yesos, tratamientos prolongados con corticosteroides y el sedentarismo. O bien, otros síndromes como la malnutrición, anemias, artritis reumatoidea, osteoartritis, miopatías de tipo inflamatorio y las distrofias. Además de la atrofia muscular espinal donde ocurre denervación de las células nerviosas motoras.
Tipos de atrofia muscular
En la atrofia muscular también ocurre un desequilibrio entre los mecanismos de producción y degradación de las proteínas. No obstante, según su etiología y forma de presentación. Podemos distinguir fundamentalmente tres grandes tipos:
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Patológica
Se trata de la atrofia ocasionada por el envejecimiento y la inanición. Así como por otras patologías. Tales como el cushing donde hay un consumo elevado de corticosteroides.
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Psicológica
Es producida porque los músculos no son utilizados lo suficientemente. Por lo que puede revertirse haciendo ejercicios. Al mismo tiempo que se provee de una adecuada nutrición. Por lo general, afecta a personas con estilos de vida sedentarios. O bien, con trastornos de salud que reducen nuestra movilidad, postrados y astronautas.
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Neurogénica
Este tipo de atrofia muscular es el más grave de todas. Debido a su etiología. Porque puede ser causado por patologías o lesiones que afectan a los nervios que inervan los músculos. Por lo general, se presentan de forma repentina. Causando la pérdida de fuerza y/o de movimiento. A diferencia de la atrofia producida por el desuso. Entre ellas están:
- Lesión a un nervio específico. Por ejemplo, el síndrome del túnel del carpo.
- Polineuropatías o afectación de los nervios secundariamente. Debido a enfermedades como la diabetes mellitus. O bien, causadas por el efecto de toxinas o del alcohol.
- Poliomielitis. Se trata de una patología de origen viral. Esta es capaz de afectar nervios: Llevándolos a la parálisis parcial o total.
- La esclerosis lateral amiotrófica o enfermedad de Lou Gehrig.
- Lesión que afecta directamente la médula espinal.
¿Cuál es la sintomatología clásica de la atrofia muscular?
No hay síntomas patonogmónicos que nos adviertan de una atrofia muscular. Estos se van presentando a medida que se desarrolla la atrofia. Por lo que los más comunes son:
- Debilitamiento y pérdida de la fuerza muscular en las piernas.
- Limitación funcional variable para desenvolverse y efectuar movimientos cotidianos.
- Reducción de la masa muscular. Sobre todo en miembros superiores y miembros inferiores.
¿Cuál es el tratamiento de la atrofia muscular?
Por lo general es similar en casi todos los casos. Ya que, el objetivo principal va orientado a la recuperación de masa muscular que se ha perdido. Por ello, en algunos casos será más fácil que en otros revertir el problema. Realizando determinados ejercicios e incrementando el consumo de proteínas. Sin embargo, hay casos más complejos. Tales como los de etiología neurogénica; donde se requiere complemntar estos ejercicio con otros. Empleando herramientas y/o aparatología ortopédica. O bien, de estimulación neurológica.
¿Podemos prevenirla?
Si, es posible prevenir la atrofia muscular. Sobre todo aquella que es ocasionada por el desuso, resulta fácil prevenirla. Ya que, las principales medidas que debemos tomar son dieta y ejercicio. Puesto que una alimentación saludable, equilibrada y rica en proteínas. En combinación con actividad física adecuada todos los días. Realmente son pilares fundamentales para que podamos evitar este problema. Manteniendo nuestra masa muscular adecuadamente.
¿Por qué una alimentación rica en proteínas?
Las proteínas son indispensables para que:
- Conservemos la estructura de nuestras células y tejidos. Particularmente, de las fibras musculares. A las cuales les fortalece y nutre su citoesqueleto.
- Regulemos nuestro metabolismo.
- Produzcamos hormonas.
- Reparemos y estimulemos el crecimiento de nuestros músculos.
- Fortalezcamos nuestro sistema inmune.
Lo que en su conjunto nos garantiza un cuerpo más saludable. Además, con una masa muscular adecuada.
¿De dónde debemos proveer las proteínas que consumimos?
Una vez que hemos ingerido proteínas. Estas se descomponen en nuestro cuerpo. Transformándose en aminoácidos. No obstante, existen varias fuentes de donde podemos obtenerlas. Debido a que hay proteínas animales. Tales como el pescado, la ternera, el pollo y los huevos. Los cuales se consideran fuentes completas de proteínas. Ya que, poseen todos los aminoácidos que son esenciales para nuestro organismo. Sin embargo, si somos vegetarianos podemos optar por otras fuentes alternas de proteínas. Porque son muy buenas. Tales como el quorn o el tofu, entre otras. Solo que debemos consumirlas en mayores cantidades. Para así alcanzar el nivel de proteínas que necesitamos. Tomando en cuenta que la calidad de las proteínas está determinada por su valor biológico. Es decir, el nivel de asimilación que estas tienen por nuestro organismo. Para ello, deben poseer los 9 aminoácidos que no podemos fabricar. Por lo que se llaman aminoácidos esenciales.
Nuestros músculos son estructuras que están formados de proteínas fibrosas. Si hacemos ejercicios de fuerza estas se rompen. Por lo que debemos reponerlas aportándolas en nuestra dieta. Así, estamos combatiendo la atrofia muscular. Contribuyendo con la hipertrofia de nuestros músculos.
¿Es la proteína en polvo un suplemento para sustituir nuestras comidas?
No, la proteína en polvo no sustituye los nutrientes de nuestra alimentación. Aunque es útil y podemos utilizarla simultáneamente con nuestra dieta. Pero no sustituye la verdadera comida. Sin embargo, podemos agregarla a un plato de copos de avena. Asimismo, la proteína de suero de leche puede ser un buen complemento al terminar nuestros ejercicios. Ya que, llega inmediatamente a nuestros músculos. Además de que los aminoácidos pueden comenzar a reconstruir y reparar las células musculares. Sin embargo, cuando necesitamos una opción sin lactosa podemos usar una proteína en polvo que sea vegana. Por ejemplo, la proveniente del cáñamo. O bien, la de guisante. Pues, la proteína del suero de la leche se deriva de la lactosa.
6 ejercicios para prevenir la atrofia muscular
Los siguientes 6 ejercicios nos vienen muy bien para una rutina de fuerza muscular. Ya que, con ellos podemos prevenir la atrofia y mantenernos en forma.
- Elevaciones laterales. Implica la porción media y posterior del músculo deltoides. Así mismo, trapecio superior, serrato anterior y rotadores del hombro. Estabilizando también las articulaciones de los hombros.
- Press de banca. Se trata de un ejercicio muy popular. Fundamentalmente se usa para aumentar los pectorales. Para lo que es muy efectivo. Además, tiene muchas variantes. Por ejemplo, inclinándonos hacia la parte superior del pecho. También, declinado hacia la parte inferior. O bien, con agarre invertido y con fitball.
- Remo en polea baja. Este ejercicio se recomienda cuando queremos desarrollar los músculos dorsales. Lo ideal, es que tiremos de los hombros hacia atrás y hacia abajo.
- Press francés. Principalmente nos sirve para trabajar tríceps braquial. Pero, tiene incidencia también sobre nuestra espalda alta. A su vez, sobre la parte posterior del músculo deltoides.
- Zancada usando mancuernas. Sumamente completo y tiene varias versiones. Utilizando o no las pesas es muy efectivo.
- Peso muerto con barra. Se trata de un ejercicio muy completo y sencillo. Porque trabaja y previene la atrofia muscular en glúteos, isquiosurales, cuádriceps, CORE, espalda y hombros. Además, tiene una variante estándar y otra con agarre ancho. Colocando nuestros pies sobre discos de 10 kilos. Ya que, así exigimos más esfuerzo a los músculos involucrados. También, podemos hacerlo con una pierna. O bien, con mancuernas.