Cómo ponerse en forma
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Constantemente somos bombardeados por los medios de comunicación sobre cómo debemos lucir. Nos hacen pensar que, si no poseemos un cuerpo esbelto, entonces no somos personas atractivas. De hecho, muchos jóvenes se han quitado la vida por tener una autoestima demasiado bajo. Otros, se esconden llevando una vida de bajo perfil.
En medio de estas circunstancias existen dos tipos de personas, las que les prestan demasiada atención a su físico y las que no les importa para nada el qué dirán los demás.
Si bien es cierto que ambos extremos no son del todo recomendables, es importante que no le restemos atención a nuestra apariencia y que hagamos todo lo posible por lucir bien, no para los demás, sino para sentirnos bien con nosotros mismos.
El problema no suele estar relacionado con el arreglo personal. Por lo general, se trata de cierta inconformidad con el aspecto del cuerpo. Quizás hay algunas zonas que se encuentran muy flácidas. Tal vez te gustaría tener un abdomen más plano y formado o unos glúteos más grandes y firmes. En pocas palabras, se trata de estar en forma.
¿Hay alguna manera para estarlo? ¿Se requiere estar esclavizado en el gimnasio o morirse de hambre haciendo una dieta interminable? No necesariamente. Existen diferentes métodos para conseguir estar en forma sin tener que privarse de los grandes placeres de la vida, como el comer.
Si deseas darle un cambio a tu vida y conseguir un cuerpo esbelto, esta es la oportunidad que estabas buscando. Gracias a este artículo podrás saber qué se necesita para lucir bien. Te darás cuenta que no requieres de cirugía ni de dietas estrictas. De hecho, puede que sea tan sencillo, que luego estos hábitos se conviertan en parte de tu vida diaria. Presta mucha atención y pon manos a la obra.
Instrucciones para ponerse en forma
Algunas personas alegan que no están en forma por falta de tiempo para hacer ejercicios. Pero esa afirmación no es del todo cierta. Si deseas hacer algo, buscas la manera de llevarlo a cabo. De lo contrario, serían simples excusas para llevar una vida sedentaria. No necesitas ir al gimnasio para tener un buen cuerpo y sentirte bien contigo mismo.
Sentadillas mientras cepillas tus dientes
- Mientras cepillas tus dientes, colócate de pie con los pies separados y alineados con los hombros. Ten en cuenta lo mismo con los tobillos, las rodillas y las caderas.
- Reclínate como si te fueses a sentar en una silla, hacia atrás y hacia abajo.
- Mantén tu cabeza hacia delante y baja hasta que tus muslos logren estar paralelos al suelo.
- Recarga tu peso en los talones, mantente abajo y regresa a tu posición inicial.
- Si deseas hacer de este ejercicio uno de más impacto, sustituye el cepillo de dientes por otro objeto mucho más pesado. Por ejemplo, un paquete de arroz o la bolsa de alimento para tu mascota.
Flexiones mientras limpias el piso
- Con una pierna, da un paso hacia adelante, apoyando primero el talón y luego la punta del pie.
- Baja el cuerpo hasta flexionar la rodilla y la cadera de la pierna que tienes delante. Hazlo hasta que puedas tocar el suelo con la rodilla de la pierna que tienes atrás, mientras mantienes el torso erguido.
- Repite el ejercicio con la otra pierna y altérnalas una y otra vez. Otra alternativa es hacerlo mientras sostienes las bolsas del mercado en cada mano.
- A fin de añadirle mayor intensidad al ejercicio, haz las flexiones despacio y mantente abajo por más tiempo.
Posición de puntillas mientras lavas los platos
- Mientras estás de pie lavando los platos de la comida, separa los pies a la altura de la cadera, pon el abdomen tenso, eleva los talones y ponte de puntillas.
- Mantente en esa posición por espacio de unos segundos, para luego volver a tu posición original. Haz 2 series de este ejercicio con unas 15 repeticiones.
- Para que el ejercicio sea más intenso, hazlo lento y mantente arriba por más tiempo. También puedes agregar más peso en tus manos. Así lograrás fortalecer los gemelos mientras haces los oficios de la casa.
Haz bíceps con paquetes de comida
- Mantén tus codos pegados al cuerpo, toma un paquete de comida en cada mano y flexiona el codo hasta que se acerque a los hombros.
- Mantén esa posición y luego baja los brazos.
- Repite estos movimientos vez tras vez, cuantas veces lo desees. Lo puedes hacer estando de pie o sentado, según te parezca más cómodo.
- Para aumentar la dificultad, hazlo más lento y agrega mayor cantidad de peso cada vez.
Estos son tan solo algunos de los ejercicios que puedes hacer en casa, mientras realizas tus labores cotidianas. También puedes hacer flexiones en el marco de la puerta, hacer giros de cintura con la cesta de la ropa, levantamientos con la escoba, etc. Lo importante es que no pierdas tu rutina.
Recuerda que antes de comenzar a hacer cualquier tipo de entrenamiento, es fundamental que hagas un calentamiento previo, movimientos de estiramiento para activarte y para evitar lesiones y torceduras.
Además, al terminar, debes hacer movimientos de relajación para que tus músculos liberen la presión que has ejercido sobre ellos.
¿Que necesitas para ponerse en forma?
Como ya lo hemos visto anteriormente, mantener una rutina de ejercicio puede tener un efecto muy positivo en nuestra vida y nos ayuda a ponernos en forma. No obstante, es importante que tengas en mente que no es lo único que debes hacer para alcanzar tus objetivos.
Es necesario que el ejercicio vaya acompañado de una dieta equilibrada. Debes comer bien. Hay muchas maneras de conseguirlo, una de ellas es reduciendo la ingesta de calorías, de esa manera harás que tu cuerpo comience a quemar grasa.
También debes reducir el azúcar y la sal, lo que significa evitar cualquier bebida azucarada como las gaseosas y cualquier alimento alto en grasas saturadas. En su lugar, puedes comer frutas y alimentos ricos en omega 3, como las nueces.
Además, no solo es importante vigilar lo que comemos sino también las cantidades que ingerimos, para no consumir más calorías de las necesarias.
Por último, y no menos importante, no debes olvidarte de tomar suficiente agua para que te mantengas hidratado y para que expulses por la orina las toxinas dañinas para tu organismo. Ahora, siempre es bueno tomar en cuenta algunos consejos adicionales al respecto. Veamos de qué se trata.
Consejos para ponerse en forma
Cada minuto de ejercicio que realices, puede marcar la diferencia. Quizás no lo notes en el primer momento, pero si no te desanimas, al poco tiempo comenzarás a ver los cambios y esto tendrá un efecto positivo en tu estado de ánimo.
Claro, esto no quiere decir que tienes que hacer ejercicio todos los días. De hecho, esto podría ser perjudicial porque tu cuerpo necesita descansar lo suficiente. Hazte un horario en donde descanses al menos dos o tres días de la semana.
Debes tener claro que ponerse en forma no siempre es sinónimo de bajar de peso, a menos que esa sea tu meta principal. Mientras más claros tengas tus objetivos, mejor sabrás cómo alcanzarlos y te sentirás más conforme con los resultados.
Por ejemplo, perder tantos centímetros de cintura, entrar en cierta ropa de una talla determinada, etc.
Si te cuesta ser constante con tu rutina de entrenamiento, puedes invitar a algún amigo para que te acompañe y colocar música que te suba el ánimo y las ganas de estar activo. Como es natural, no se espera que pases de una vida sedentaria a una fitness en un día. Es necesario que sepas llevar el ritmo. Comienza suave y despacio para luego ir aumentando la intensidad.
Si te precipitas y le exiges demasiado a tu cuerpo, puedes acabar con agotamiento físico y fuertes dolores musculares, que no te motivarán a seguirte ejercitando. Cosa que no queremos que suceda.
Siéntete orgulloso de lo que hayas logrado: si bajaste de peso, tu cintura se redujo, si te queda mejor la ropa, si ahora tienes más pretendientes, etc. Así sabrás que ha valido la pena todo lo que has hecho para conseguir ponerte en forma.
