Cómo diferenciar cebollas de chalotas

En este artículo te enseñaremos a diferenciar las cebollas de chalotas. El mundo de las verduras y las hortalizas es muy variado y podemos encontrar muchas variantes de un mismo producto.

Por norma general, la variedad que suele abundar en nuestras cocinas es la de las cebollas blancas. Y, también hay gran producción de las cebollas amarillas. Aunque no lo sepas, hay más de una docena de variedades de las cebollas a día de hoy. Lo que pasa es que no somos conscientes de ello. Y solo utilizamos las que encontramos más a mano en los supermercados.

¿Qué es y cómo es una chalota?

Técnicamente, no podemos decir que una chalota es una cebolla. Es un vegetal que está a medio camino entre la cebolla y el ajo. Tiene un sabor más suave que las cebollas y mucho más sutil. También recuerda al sabor de los ajos. Las chalotas son muy utilizadas en la cocina francesa, sobretodo en la alta cocina. Esto es así porque no son tan fuertes y pueden aportar un ligero sabor suave que recuerda mucho a la cebolla sin cargar demasiado.

Esta variedad crece en racimos como el ajo, y también muestra sus frutos en dientes. Dentro de la familia de las chalotas hay distintas variedades. Pero la más común es de tamaño pequeño, un poco alargado y con la capa exterior muy parecida a la de la cebolla amarilla, de tonos marrones. Sin embargo, por dentro es blanca con pigmentos púrpuras, recordando un poco a la cebolla morada.

¿Cómo se diferencian las cebollas de chalotas?

Instrucciones para diferenciar cebollas de chalotas

La principal forma de diferenciar cebollas de chalotas es mediante el aspecto. El aspecto general de las chalotas lo hemos comentado en el apartado anterior. Pero vamos a ver las diferencias con la cebolla común:

  1. Empecemos por el exterior. La capa que cubre a las cebollas amarillas es marrón y, en este caso, hay un gran parecido con las chalotas. Aunque, mirándolas detenidamente, las chalotas tienen también vetas púrpuras o moradas en su capa externa, mezclándose con el marrón. Por eso, quizá puedas confundirlas solo por el color de su aspecto externo. Pero podrás identificarlas fácilmente con las siguientes diferencias.

    Imagen de: http://weknowyourdreams.com/
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  2. En segundo lugar, siguiendo con el exterior, podemos diferenciarlas por el tamaño y la forma. Las cebollas amarillas y las blancas suelen ser mucho más grandes. Por otro lado, las chalotas son más pequeñitas y finas. Además, las cebollas comunes tienen un aspecto redondeado, mientras que las chalotas son más alargadas, pareciéndose a los ajos en este punto.
  3. Por otra parte, cuando cortamos ambas variedades es donde podemos ver claramente las diferencias más notables. Cuando abrimos una cebolla, podemos comprobar que su interior es blanquecino y se compone de capas superpuestas unas encima de otras. En cambio, las chalotas al abrirlas tienen un color tirando a morado y tienen una formación parecida a los ajos, como de dientes.
  4. Si atendemos al sabor, la cebolla común tiene un sabor dulzón y y fresco, además también aporta un toque picante. Sin embargo, la chalota tiene un sabor mucho más suave y fino, y recuerda también al sabor de los ajos. Por otra parte, la cebolla nos hace llorar y que nos escuezan los ojos. Esto no ocurre en las chalotas.
  5. Otro aspecto en el que se diferencian es en el uso que se hace de ellas. Las cebollas amarillas y blancas se utilizan para las comidas del día a día. Además, también se pueden comer crudas. Se utilizan en todo tipo de platos como purés, acompañamientos, sofritos… Las chalotas se utilizan habitualmente en recetas más elaboradas, aunque se usan mucho en las vinagretas y en la mignonete. Como hemos comentado, en Francia es un producto que se utiliza bastante y sobretodo en alta cocina.
  6. Ambas variedades se comercializan durante todo el año, pero hay algunas diferencias entre ellas si se tiene en cuenta la maduración. La cebolla amarilla se aconseja comprarla en verano y a principios de otoño, ya que su sabor es mucho más dulce. A la hora de comprarlas es mejor elegir las que pesen más, indistintamente de su tamaño. En cambio, las chalotas se aconsejan comprarlas en invierno. Y cuando vayamos a comprarlas, nos decantaremos por aquellas que muestren la piel más brillante y que parezcan que tengan más firmeza.
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¿Qué otras variedades de cebolla existen?

A parte de las chalotas, existen multitud de variantes que podemos encontrar normalmente en el mercado:

Imagen de: http://www.lacocinadeinma.com/
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  • Las cebolletas. Esta variedad de la cebolla es ampliamente conocida en el mundo culinario. Son alargadas, con un gran tallo verde y la parte que se considera cebolleta en sí es blanca. Su sabor es más suave que el de la cebolla y tiene un toque crujiente y blando a la vez. Se suele utilizar de acompañamiento en sofritos y en purés. También se utiliza en rellenos y salsas.
  • Los puerros salvajes. Este tipo de cebolla se parece un poco a las chalotas en cuanto a que están a medio camino entre las cebollas y los ajos. El sabor también se parece a ambas variedades, la cebolla y la chalota. Aunque, según dicen, tiene un toque a queso. Depende del lugar del mundo donde te encuentres será más o menos cara. Ya que por algunas regiones crece esta planta sin ningún tipo de plantación previa y, en cambio, en otros lugares, es muy difícil de encontrar.
  • La cebolla roja. El exterior de este tipo de cebolla es de color marrón tirando a morado. Es blanca por dentro con vetas moradas también. Tiene un sabor bastante fuerte y picante si se consume cruda. Pero si la cocinas se suaviza bastante. El tamaño suele ser el mismo que el de las cebollas comunes blancas y amarillas. Es una cebolla muy socorrida a la hora de hacer ensaladas, ceviches y demás preparaciones que admiten productos crudos. Pero hay que tener cuidado, si echamos demasiado nos quedará un planto contundente y bastante picante.

    Imagen de: http://r-evolucion.es/
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  • Los puerros. La planta de los puerros se parece mucho a la de las cebollas. Cuando los vemos en el mercado podemos advertir que, efectivamente, tienen un tallo verde que va convirtiéndose en blanco. Muchas veces podemos confundirlos con las cebolletas, ya que también tienen una apariencia similar. De los puerros solo se utiliza la parte blanca, aunque a veces también se utiliza el tallo. En crudo son muy fibrosos y no se suelen comer así. En cambio, cuando se cocinan, tienen un sabor muy suave, y aportan mucha dulzura a los platos. Este alimento suele utilizarse como fondo para gran cantidad de purés y cremas.

Como podemos ver, existen gran cantidad de variedades de cebollas, entre las que se encuentran las chalotas. Pero es fácil diferenciar las cebollas de chalotas. Después de todo lo comentado en este artículo, no dudes en incorporar a tu cocina las chalotas. Además, puedes atreverte a intentar hacer otro tipo de recetas que nunca te habías planteado hacerlas. Ya que las chalotas se utilizan bastante en la cocina francesa y en platos más elaborados, busca recetas en internet. Verás que, siguiendo los pasos, te saldrán platos realmente buenos.

Esperamos que este artículo le haya sido de gran ayuda para diferenciar las cebollas de chalotas y que, además, haya aprendido las otras variedades de la cebolla que existen.

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